La escuela, fábrica de patriotas catalanes - 27 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693790597

La escuela, fábrica de patriotas catalanes

El separatismo lleva desde los 80 usando la escuela para propagar su sentido de patria. Tras los adolescentes que estos días faltan a clases para ir a pegar carteles por el referéndum del 1 de octubre (1-O), de esos críos que se manifiestan con esteladas (la bandera catalana) anudadas al cuello, hay un proyecto que ha ido expandiéndose mientras los sucesivos gobiernos de la nación hacían como que no se enteraban.

Son muchas las voces que coinciden en que la escuela catalana es un fértil campo de cultivo en el que buena parte de los profesores simpatiza con el nacionalismo. Los directores son nombrados prácticamente a dedo por la Generalitat y conforman su "guardia pretoriana". (La ley orgánica para la mejora de la calidad educativa -Lomce- fue la que dio más poder a la administración autonómica en las designaciones). Las plazas de inspectores suelen cubrirse por docentes catalanes en comisión de servicio porque hace años que no se convocan oposiciones. La Alta Inspección del Estado tiene un margen limitado de actuación, porque no puede entrar en un colegio sin el permiso del Govern. Ni siquiera puede acceder a los proyectos lingüísticos.

Por eso, no se garantizan ni el uso del castellano como lengua vehicular de la enseñanza ni la neutralidad política e ideológica en los centros públicos, como denunció en mayo el informe "Déficits de calidad democrática en Cataluña", de la Sociedad Civil Catalana.

Los libros

Basta con recorrer cualquier biblioteca escolar para hacerse una idea de lo que pasa. La de un colegio del centro de Barcelona es muy reveladora: en la estantería de Historia de España apenas descansan tres escuálidos libros; hay, en cambio, decenas de volúmenes dedicados a la cuestión catalana.

Los libros de texto llevan contenidos irreales que dan a entender que Cataluña es otro país de la Unión Europea, sostienen que el Estatut (que reglamenta la autonomía) está por encima de todas las leyes y hablan de una inexistente "Corona catalanoaragonesa", como ocurre con manuales de Vicens Vives, Barcanova o Santillana. Las fachadas de algunos colegios lucen con orgullo banderas independentistas y en los patios se ha dado una contundente orden: "Aquí juguem en català" . ¿Qué diríamos si en el recreo de una escuela de Lavapiés, Madrid, apareciera un cartel que dijera: "Aquí se juega en español"?

Para entender cómo se llegó a esto hay que remontarse a 1983, cuando la Ley de Normalización Lingüística de Cataluña puso los cimientos de un modelo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR