La escuela en el desierto de Michelle y Evelyn - 31 de Agosto de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 457028626

La escuela en el desierto de Michelle y Evelyn

-Y esa tarde me hice la reflexión. !Dos candidatas a la Presidencia de Chile habían pasado por mi escuelita en el desierto¡ Me parecía aún verlas corretear por los patios de arena calcinados por el sol. Yo era joven y había sido designado por el ministerio de Educación para dirigir la escuela de la Base Aérea Cerro Moreno. Ese día, con mis 82 años, y mirando la puesta de sol, pensé en nuestro destino. Me pregunté cuánto de mis enseñanzas habrá marcado a Evelyn y a la pequeña Michelle, cuánto les habrá quedado de mi escuela en el desierto.

Mario Santibáñez -un maestro de vocación pura- mira el mar de Antofagasta por la ventana de su pequeño estudio. Ya cayó el sol y, como suele hacer desde que está jubilado, en esta, su hora favorita, rememora. Es más de medio siglo el que pasó en las aulas, haciéndose hombre entre niños que aprendieron de él, alumnos que hoy aún vienen a visitarlo en el departamento que comparte con su mujer, profesora universitaria. Un nortino nacido y criado en Tocopilla, quien dedicó su vida completa a la enseñanza y que hoy, seis años después de abandonar el ejercicio de su vocación, calándose sus anteojos, dice:

-Mi padre vendió pescados y licores en Tocopilla, mi madre fue dueña de casa. Fui un niño solitario como hijo único y, tal vez por eso, quise muchos hijos, tengo seis, todos profesionales. Como educador me volqué en mis alumnos, los quise como si fueran míos y aún sueño con ellos.

La vocación de Santibáñez fue más fuerte que él. Tanto, que dice que repitió sexto básico solo para pasar directamente a la Escuela Normal y comenzar sus estudios de educación. Una suerte, añade, porque la Normal era gratuita y en su casa no había plata. Fue en 1945 y él tenía 13 años.

-Yo creo en la enseñanza que entrega el Estado, es una herramienta capital de este país. Permite que los que no tienen, como fui yo, puedan educarse.

Mario Santibáñez fue un testigo privilegiado de la infancia de Evelyn Matthei y Michelle Bachelet durante la escolaridad de ambas en el norte. A tres meses de la próxima elección Presidencial, no son muchos quienes sobreviven y pueden dar un testimonio directo de la niñez común de las candidatas en la Base Cerro Moreno de la Fuerza Aérea, 25 kilómetros al norte de Antofagasta. Ha pasado más de medio siglo. Fue a fines de los 50, cuando ambas tenían menos de 10 años y empezaban la enseñanza básica. Quienes tuvieron relación personal con ellas y sus familias son, en su mayoría, octogenarios con memoria vívida. El desierto los marcó y sus recuerdos permanecen.

En esa época, cuentan los testigos, en la Base Cerro Moreno de la Fuerza Aérea, un espacio enorme de tierras pardas y desérticas, imperaba una regla no escrita. Sin desconocer la jerarquía de los cargos, sus casi mil habitantes -unas 200 familias- convivían sin barreras sociales. Lo atestigua Santibáñez, quien dirigió la Escuela Básica N°17, donde Michelle Bachelet y Evelyn Matthei estudiaron por lo...

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