Escritores post mortem: las controversias y esplendores de los libros póstumos - 31 de Enero de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 856466394

Escritores post mortem: las controversias y esplendores de los libros póstumos

Su nombre era Elisabeth Lacoin, pero todos la conocían como Zaza. Un día se integró al exclusivo colegio católico parisino Adeline Désir y casi de inmediato encandiló a otra alumna: Simone de Beauvoir. Eran dos niñas de casi 10 años que se harían inseparables. Mientras sus vidas sociales estaban envueltas en formalidades y convenciones de su clase, ellas tuvieron una amistad libre, hecha de conversaciones iluminadoras. Zaza iba a ser una estrella fugaz: espontánea y atrevida, murió a los 22 años de una encefalitis. De Beauvoir nunca pudo olvidarla, incluso creía que en su amistad se cifró su lucha feminista. Trató varias veces de escribir sobre ella, al menos en cuatro libros, y finalmente le dedicó una novela completa a la relación que tuvieron. Nunca la publicó. Pero tampoco se deshizo del manuscrito.Fallecida en 1986, la icónica autora de "El segundo sexo" anotó en sus diarios que ese libro sobre Zaza "parecía no tener clara una lógica interna y no lograba mantener interés en el lector". Aparentemente, tampoco le gustó mucho a su pareja, el filósofo Jean Paul Sartre: dicen que arrugó la nariz al leerlo. Según su hija y albacea, Sylvie Le Bon de Beauvoir, la autora le dijo que ella nunca planeó publicar la novela, pero no descartaba en un futuro: "Podía imaginar que se publicaría más tarde porque tenía valor", contó Sylvie Le Bon hace unos meses, cuando decidió sacar a la luz ese manuscrito y publicarlo. No tenía título, pero ahora lleva uno: se llama "Las inseparables" y fue publicado en 2020, a 66 años de su escritura. Y aunque hoy parecen haber pocos aspectos de la vida de De Beauvoir desconocidos, esta novela echa una nueva luz sobre su adolescencia.Ya disponible en español, "Las inseparables" es parte de una tendencia instalada en el paisaje literario: los libros póstumos. Junto a la novela de De Beauvoir, el año pasado aparecieron al menos otros cinco títulos inéditos de autores fallecidos: "La ciudad del vapor", del español Carlos Ruiz Zafón; "Las amigas", de la argentina Aurora Venturini; "La liebre que se burló de nosotros", del italiano Andrea Camilleri; "China roja", del poeta chileno Pablo de Rokha, y "El remitente misterioso y otros relatos inéditos", un grupo de cuentos de Marcel Proust que fueron hallados en los años 50. No es raro que los escritores dejen libros terminados en el momento de su muerte, pero cada vez parece más usual que décadas después de su partida sus herederos y albaceas encuentren entre sus papeles obras que, tras pasar por las manos de un editor, lleguen a las librerías. Casos hay por montones y de todos los tipos.Papeles de poetas"Cuando muera publicarán hasta mis calcetines", alguna vez profetizó Pablo Neruda y vaya que tenía razón: recién hace unas semanas, editorial Planeta publicó el último tomo de una colección de su "Poesía completa", en la que, por cierto, se incluyen un par de poemas inéditos. Es una historia que nunca termina: en 2014 se editó el libro "Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos", con 21 textos que la Fundación Neruda halló entre los montones de papeles que dejó el vate al morir en 1973. Pareciera que siempre podrían haber más. En el caso de Gabriela Mistral no hay duda de que hay más: desde que en 2006 la Biblioteca Nacional recibió el legado de la poeta que estaba en Nueva York (con más de 40 mil documentos) se han publicado cerca de 20 nuevos libros de la poeta, incluido una nueva versión de "Poema de Chile" que duplica el original, editado en 1967, cuando Mistral llevaba 10 años muerta.En los próximos meses habrá más material disponible de Mistral, cuando Lumen publique "Doris, vida mía", una nueva selección de la correspondencia que mantuvo con Doris Dana, que por supuesto trae cartas inéditas. Actualización de un volumen publicado en 2009, "Niña errante", este nuevo volumen ilumina la biografía de Mistral, pero no afecta demasiado la apreciación de su literatura, como muchos libros póstumos pueden y a veces logran. Por ejemplo, aún está por verse el impacto que tendrá "China roja" en los estudios sobre De Rokha: publicado hace unos meses por Estrofas del Sur, recoge un poemario que el escritor redactó en una estadía en China en los años 60 y, al contrario de su poesía exuberante y caótica, acá es sencillo, lírico y luminoso. El libro estuvo perdido por años.Nuevos legados¿Qué tipo de escritor era Franz Kafka al momento de morir? Uno escasamente conocido, algo valorado por su novela "La metamorfosis" y algunos relatos, pero ni de cerca el eslabón clave de la literatura contemporánea en que se convirtió cuando tras su muerte fueron publicadas sus novelas inconclusas "El proceso", "El castillo" o "América". El asunto con Kafka es que él ni pensaba publicar esas novelas. Las abandonó, pero ahí estuvo su amigo Max Brod para recoger esas páginas e incluso desobedecer el mandato de Kafka de eliminar todos sus inéditos tras su muerte.A Brod habría que darle las gracias por no cumplir la orden, pero a otros albaceas no tanto: fallecido en 1977, el escritor Vladimir Nabokov trabajó por años en un...

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