'Esta es la era de los niños solos'
-Cuando era niño en el medio campesino había mesas grandes de 10, 20 personas y cada uno tenía su rol: entretener al resto, poner temas psicológicos, resolver los problemas del día, cantar... En esa época, los campesinos se asociaban para segar, se ayudaban mutuamente a reparar sus casas. Era un trabajo físico difícil. Hoy los campesinos son emprendedores, químicos y contadores que manipulan internet y toman remedios. Están solos y hay muchos suicidios. Antes no -dice por teléfono desde su casa en Toulon, en el Sur de Francia.
Hace un par de años, alarmado por cifras que indicaban que en Francia entre 40 y 100 niños de menos de 12 años se quitaban la vida cada 12 meses, el gobierno galo le pidió a Boris Cyrulnik -neurólogo, psiquiatra, etólogo y uno de los fundadores del concepto de resiliencia- preparar un informe sobre el suicidio infantil. Ese fenómeno inquieta a países como Chile también. El último informe sobre salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestra que en nuestro país los suicidios subieron en un 55 por ciento, convirtiendo a Chile en el segundo país analizado en el que más han aumentado entre 1995 y 2009. Además, ese aumento se concentra en el segmento adolescente. Otros datos recopilados por la Universidad Católica indican que en los últimos 20 años, en el grupo de 10 a 14 años, las tasas de muertes autoinfligidas pasaron de 1,1 por cada 100 mil habitantes a 2,6. En el segmento de 15 a 19 años, subió de 4,4 a 8,9 por 100 mil habitantes. Más preocupante aún es que se estima que
para 2020 la tasa entre los jóvenes de 10 a 19 años llegue a 12 por cada 100 mil habitantes.
La investigación que realizó Cyrulnik -y que lo llevó a publicar el año pasado en Francia el libro "Quand un enfant se donne ´la mort´" (Cuando un niño se quita la vida)-, fue la oportunidad para él de analizar el mundo en que crecen los niños y de hablar de los cambios radicales que, a su modo de ver, está viviendo la sociedad y explican este fenómeno.
-Cuando apareció el suicidio, las culturas le atribuyeron significados sorprendentemente distintos. Para los romanos era un último acto de libertad. Para el filósofo francés Albert Camus era el único problema filosófico del ser humano. Los monoteistas hicieron del suicidio una blasfema porque sólo Dios tenía el derecho de llevarse un alma. Actualmente, consideramos el suicidio como un indicador de una falla psicosocial. Y nos interesamos más en el suicidio de los niños y adolescentes, porque lo vivimos como un escándalo insoportable y es ahí donde más vemos a qué punto hay una falla cultural -explica Cyrulnik.
La desorganización de la sociedad
Para ilustrar esa falla, Cyrulnik da un ejemplo concreto: Desde el inicio de la crisis en Grecia, dice, la tasa de suicidios se duplicó.
-Cada vez que se da una conmoción social vemos subir...
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