'Es hora de pasar de LAS marchas a las sillas'
Agustín Squella -doctor en Derecho, periodista y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales- dice que sus días "están sujetos a la bendición de las rutinas" de la vida en provincia. Su quehacer diario incluye momentos de lectura, escritura, clases que da en la Universidad de Valparaíso, y una escala obligatoria en algún café durante la mañana. En sus ratos de ocio, va al cine, frecuenta el hipódromo de Viña y se encuentra con amigos."Lo que más me gusta: me dejo caer en la casa de alguna de mis hijas que viven en Santiago, y tanto mejor si están las tres juntas, los yernos y los nueve nietos que tenemos con Sylvia (Urquiza, su mujer). Pura luz, nomás", celebra.En las últimas semanas, sin embargo, esas rutinas se han visto alteradas. Squella dice estar preocupado y agitado, aunque para él, como para muchos, el anuncio del Acuerdo por la Paz y una nueva Constitución marcó un hito."Fue muy importante", destaca. "Toda crisis produce incertidumbre y eso es tolerable, pero otra cosa es que nos encontremos en una crisis impredecible en cuanto al desenlace. Se pensó que este podía ser la renuncia del Presidente, la de todos los parlamentarios y un llamado a nuevas elecciones, o el estado de sitio en vez del estado de emergencia, nada de lo cual, a mi parecer, habría sido una buena salida".Sentado en un café en Las Condes, a ratos tranquilo, a ratos con más vehemencia, Squella reflexiona sobre los acontecimientos que han marcado el último mes. Dice que las movilizaciones no terminarán de un día para otro, pero que es hora "de pasar de las marchas a las sillas" para "dialogar en condiciones de paridad"; que no se ha destacado lo suficiente el papel jugado por la corrupción en el actual clima de indignación; y que las medidas sociales anunciadas por Sebastián Piñera, a pesar de ser "paliativas", son un punto de partida para cambios más estructurales."Me cuesta entender que los partidarios del Presidente sean a veces sus críticos más descontrolados. Muchos de ellos, cómodamente instalados en el confort de sus casas, lo que esperaban la noche del martes 12 (de noviembre) era nada menos que un estado de sitio. Casi todos criticaron esa noche al Presidente, unos por blando y otros por vago, pero el hecho es que su intervención ayudó mucho al acuerdo que se produjo 48 horas después. En consecuencia, en esta hora haríamos muy bien en ser más justos cuando evaluamos el comportamiento de los distintos actores políticos, no dejarnos llevar por prejuicios. Este es un momento tenso que va a seguir siéndolo quizá por los próximos dos años. No permitamos que la tensión se desborde, solo porque no sabemos acompañarla de la virtud de la moderación".-¿Qué espera de las próximas elecciones?-No tengo la menor idea, soy muy malo haciendo prospecciones. Por lo general, me equivoco. Pero beneficiada va a terminar la candidatura de José Antonio Kast. Eso lo veo claro, porque si algo nos ha impresionado es cómo muchos de los partidarios del Presidente se han alejado emocionalmente de él y de la sensatez y prudencia con las que ha tratado de manejarse. Lo único que esperan es mano...
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