El equilibrio de Alejandro Tabilo - 22 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 840642238

El equilibrio de Alejandro Tabilo

Muchas cosas habían sido distintas antes de que entrara a la cancha. Alejandro Tabilo llegaba a jugar el primer partido de la clasificación del Abierto de Australia después de haberse preparado bajo el sol veraniego de Providencia y Chillán, como nunca antes se había exigido, haciendo sacrificios que su vida de deportista hasta entonces no le habían requerido: como saltarse Año Nuevo con su familia y partir tan lejos de casa, con un viaje tan costoso para un tenista 208 del mundo, como el que une a Santiago con Melbourne. Días previos, mientras su entrenador Guillermo Gómez calculaba hasta cuándo debía reservar el hotel en el que se quedarían, este le hizo una pregunta que en otra época Tabilo, de 22 años, habría rehuido:-Me dijo: "Vamos a pasar las clasificaciones, ¿no?".Decir que sí era asumir el peso que significaba ganar tres partidos contra tipos de un nivel al que Tabilo recién se estaba acomodando.-Yo le dije: "Obvio que sí".Tabilo le había prometido lo mismo a su padre Ricardo. Pero ese 14 de enero pasado, cuando perdía el tercer set contra el español Bernabé Zapata por 3 a 0, parecía que tendría que repetir una rutina que le dolía y que ejecutaba cada vez que salía derrotado de un partido importante: llamar a su padre para pedirle disculpas.Desde las gradas, Guillermo Gómez le gritaba que solo se concentrara en el punto siguiente, a pesar de que en su interior Tabilo ya se veía fuera:-Yo estaba algo quemado, casi ido. Se veía un poco oscuro en mi cabeza. Pero escuchaba a Guille alentarme y siempre trato de no entregarme. Entonces me dije: "Vas a correr a todas, vas a contestarle todo", y le hice los puntos muy largos, hasta que él falló algunos y sentí que se bloqueó.Correr y aguantar también era algo nuevo para Tabilo, pero ese día le bastaron para dar vuelta el set y ganarlo por 6 a 3 y pasar a la segunda ronda. En la noche, cuando llamó a su padre, este le preguntó de qué se había acordado durante ese tercer parcial:-Me dijo que de la Tennis Canada -recuerda Ricardo-. De cuando lo hacían jugar contra otros cabros y lo obligaban a partir perdiendo 2 a 5.A los siete años, Alejandro Tabilo ya sabía que su vida tenía que estar en el tenis. Era el menor de los dos hijos nacidos en Toronto, de un matrimonio de chilenos que se conoció en Canadá. A los cuatro ya derrotaba a niños mayores, a los cinco ganó su primer torneo, y dos años después, la federación se lo llevó un mes a competir en Italia.-Eso para nosotros fue terrible -cuenta el padre-. Con mi señora queríamos ir, pero los entrenadores le exigían prácticamente ir solo. Muchos de los niños que iban a esa gira nunca fueron al colegio, sino que andaban con un tutor. Esa, decían en la federación canadiense, era la forma de preparar campeones. Nos pidieron que hiciéramos lo mismo con Alejandro. Casi caímos, pero dijimos que no.Tratar de mantener una vida normal llevó a Tabilo por la soledad típica de los deportistas infantiles. Como empezó a viajar por el país a los 8 años, ganando torneos nacionales en todas las categorías, se aisló del resto del mundo y, como dice, sintió que no tuvo "tanta infancia". Lo tenían que sacar temprano de clases, no hizo muchos amigos, y el espacio de dispersión que tenía era cuando sus parientes lo llevaban al McDonald's. Algo que, según su padre, podría explicar lo robusto que estaba para su edad.A los 10 ya estaba entrenando en el complejo de la federación en Toronto donde, para probar su dureza mental, lo hacían jugar sets donde partía perdiendo 2 a 5.-El Jano llegaba bravo, enojado. Porque como tenía que comenzar abajo, no todas las veces ganaba. Y a él no le gustaba perder -recuerda Ricardo Tabilo.Esa institución, a pesar del financiamiento que le daba a su carrera, no lo hacía feliz. Esto contó en una entrevista a los 13 años, al sitio On Court : "Les pedí a mis padres varias veces que me sacaran de ese programa. El medioambiente en la federación era muy hostil. Sentía que me torturaban y humillaban".En la misma entrevista también dijo: "Quiero representar a Canadá. Estoy orgulloso de ser canadiense. Si la federación no me quiere apoyar, con mi familia encontraremos una forma de seguir avanzando y alcanzar mi sueño".-No me sentía cómodo con ellos porque me comparaban con chicos de muchísima menos edad que la mía y me decían que yo estaba mal. Que prácticamente estaba a su nivel -explica Tabilo-. Pero ninguno de ellos sigue jugando hoy.A los 13 lo becaron en la academia de tenis LAT, en Florida. Se fue solo. Lo más triste, recuerda, fue ver la cara de su familia antes de subirse al avión.Allá lo recibió el entrenador filipino...

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