En época de estrés, un buen patio escolar puede ser un importante aliado para bajar tensiones - 15 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 841207761

En época de estrés, un buen patio escolar puede ser un importante aliado para bajar tensiones

Además de conocer a sus nuevos profesores y ponerse al día con sus amigas, la vuelta a clases de las estudiantes del colegio Almendral de La Pintana tuvo una sorpresa extra. En vez del patio plano y de cemento al que estaban acostumbradas, las escolares encontraron que lomas y árboles le entregan una nueva panorámica al lugar.Distintas texturas -ladrillos, maicillo y mulch, un conjunto de ramas trituradas que ayudan a cubrir el suelo- ahora son parte del paisaje y las cuerdas para escalar suponen un desafío entretenido de abordar. A eso se le suman túneles, rampas e incluso una pirámide truncada."Vimos que era una inversión de alto impacto, porque, entre otras cosas, cambiar la fisonomía del patio tuvo el objetivo de mejorar la convivencia escolar. Como antiguamente era un patio liso, había muchos accidentes porque las niñas chocaban: el movimiento no era intencionado y ellas solo corrían por el patio", comenta la directora, Loreto de Vidts.El cambio, "además, les va a ayudar a mejorar su autoestima, porque el juego se vuelve más desafiante", dice sobre el nuevo rostro del establecimiento, que en su mayoría educa a niñas de la población El Castillo. En muchos casos, se trata de estudiantes que en sus casas no tienen patios o cuentan con pequeños espacios techados y de cemento."Tradicionalmente, se ha entendido la sala de clases como el lugar donde se aprende, mientras que el patio se ha visto como un lugar de distensión y ocio. Sin embargo, en el patio, durante el recreo, son los estudiantes los que deciden qué hacer y cómo hacerlo. Hemos identificado que esa libertad de acción es una excelente oportunidad para que puedan desarrollar competencias como la empatía y la colaboración, la autorregulación o la resolución de conflictos a través del juego", comenta Ángela Ibáñez, directora ejecutiva de Patio Vivo, fundación que se dedica a transformar patios escolares con el fin de convertirlos en lugares que promuevan el aprendizaje, la buena convivencia y el estímulo.La fundación -que en cinco años ya ha intervenido más de 60 patios, entre ellos el del colegio Almendral- confía en que trabajar de forma consciente con estos espacios es una forma de luchar contra las pantallas, grandes enemigas del juego libre. "Cuando los niños en el recreo se quedan ensimismados en el celular no desarrollan su cuerpo, ni su imaginación, ni se relacionan con sus pares", asegura Ibáñez.La fórmula para combatir este problema no necesariamente pasa por invertir en...

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