Gobierno envía proyecto que endurece restricciones para el consumo de tabaco
Y si ese panorama suena desalentador, también lo son las cifras que comprueban que desde 2006 sólo cuatro locales han sido sancionados por infringir la norma en todo el país.
Para contrarrestar esa realidad, el Gobierno envió ayer al Congreso un proyecto de ley que modifica la actual reglamentación sobre el consumo de tabaco y restringe drásticamente los lugares para los fumadores.
Así, la nueva normativa termina con los ambientes segregados y prohibiría fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluyendo bares, restaurantes y discotecas. El proyecto estipula, además, una restricción absoluta de fumar en oficinas públicas, e incluso estadios o recintos donde se realicen actividades deportivas, estén o no al aire libre.
"Este es un proyecto de ley extraordinariamente importante para la salud pública chilena. Nuestro país tiene un récord tristísimo de contar con la tasa de tabaquismo en escolares más alta del planeta y donde efectivamente el cigarrillo está asociado a las principales causas de muerte", afirmó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
La iniciativa del Gobierno, que fue enviada con suma urgencia al Parlamento, también aumenta las facultades fiscalizadoras de los seremis de Salud, que ahora podrán emitir multas que alcanzan hasta los 76 mil pesos.
"Esta es una ley que dice (...) se acabó el tiempo para fumar donde quieran, como quieran y cuando quieran. Vamos a dar un paso y ponernos mucho más estrictos en la definición de los espacios donde no se puede fumar", agregó el Vicepresidente, Rodrigo Hinzpeter.
El proyecto también prohíbe la venta de sucedáneos del tabaco, como cigarrillos electrónicos o chicles de nicotina, para impedir que las personas sean inducidas a consumir en otras formas. Otro de los aspectos que la iniciativa considera es restringir la venta unitaria de los cigarrillos y un aumento de al menos dos cuadras en la distancia entre establecimientos educacionales y los lugares que venden tabaco.
Crítica de empresarios
Una de las exigencias que estipuló la ley de 2006 fue que los locales invirtieran en áreas determinadas para fumadores y no fumadores. De aprobarse este proyecto, aquellos ambientes dejarían de existir, lo que generó un amplio cuestionamiento de los empresarios nocturnos y gastronómicos.
Los representantes de la Asociación Nacional de Empresarios Nocturnos (Anetur) reclamaron por la arbitrariedad de la medida, argumentando que la prohibición de fumar en lugares públicos afectaría los ingresos del...
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