Enfoques internacionales - 17 de Diciembre de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 411395326

Enfoques internacionales

Crisis poblacional en Rusia

En las últimas dos décadas, cada año, con excepción de 1993 y 2010, han muerto más rusos que cuantos nacieron. En 1992, la población era de 148,6 millones de personas; en 2010, esa cifra cayó a 141,9 millones. Las bajas tasas de natalidad no son asunto sorprendente en los países desarrollados (en EE.UU., por ejemplo, es de 1,9 hijos por mujer), y Rusia no tendría por qué mantenerse ajena a ese fenómeno. Entre 1987 y 1993, los nacimientos cayeron de 2,5 millones a 1,4 millones, y a 1,2 millones en 1999, con un leve repunte en los años siguientes, según Nicholas Eberstadt, en un artículo publicado en " Foreign Affairs ". La tasa de fertilidad de las rusas es baja, 1,6 hijos por madre, insuficiente para estabilizar la población en el largo plazo, especialmente por la alta tasa de mortalidad en ese país, con una expectativa de vida de 64,3 años para los hombres y de 76,1 para las mujeres.

Esta baja expectativa de vida tiene dos causas principales: la mala salud y la altísima tasa de muertes por acciones violentas. En su estudio, Eberstadt asegura que la situación de Rusia es equiparable con países del Tercer Mundo, y da como ejemplo que, en 2009, la expectativa de vida de un ruso de 15 años era menor que la de su par en Bangladesh, Eritrea o Níger, y que la de un ruso adulto era menor que la de su equivalente en Botswana, Ruanda o Sudán. En el caso de las mujeres, la tasa de mortalidad equivale a la de las bolivianas, un vuelco dramático, pues 20 años antes la tasa para las rusas era 45% más baja que en Bolivia.

En este contexto hay que analizar la preocupación de Putin, quien además llamó a "reforzar las bases morales y espirituales de la sociedad". Ya en 2006 el Presidente había convocado a las mujeres a tener más de tres hijos, e incluso lanzó un plan de incentivos y créditos (hasta de 10 mil dólares) para aquellas que asumieran el desafío. En esa misma oportunidad, firmó un decreto en el que se establecían medidas para estabilizar la población en una meta de 145 millones de personas para el año 2025, con una tasa de fertilidad de 1,95 hijos por mujer, y una expectativa de vida de 75 años (estaba en 67). De acuerdo con este programa, en 2012 los nacimientos podrían equiparar al número de muertes, y superarlas en 2015. Entre las medidas que se adoptaron, además del incentivo a tener más hijos, se buscó desarrollar educación preescolar, mejorar la salud de los adolescentes, promover estilos de vida sanos, una...

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