Encuentros sobre Corea - 2 de Abril de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 707275817

Encuentros sobre Corea

Las relaciones de China y Norcorea son estrechas desde la década del cincuenta. Pyongyang depende de su socio y aliado para sus provisiones de energía, alimentos y casi todo su comercio. Que China haya apoyado las últimas sanciones de la ONU fue una señal de que había un distanciamiento y de que Beijing estaba reprochando a su vecino que avanzara en su programa nuclear. Pero una cosa es la censura y otra que Norcorea negocie con Estados Unidos y Corea del Sur a sus espaldas. Por eso Xi retomó la iniciativa, convidó a Kim a viajar a la capital china y reafirmó su estatus en la región. Lo que venga más adelante estará visado por el poder chino; Kim le tendrá que dar cuenta de sus gestiones diplomáticas.

Lo anterior no significa que Kim sea fácilmente manejable por Xi, ni que este pueda ser un aval del norcoreano. El joven líder ha demostrado más voluntad política y habilidad diplomática de lo esperado, y su jugada maestra de ofrecer conversaciones a Trump en paralelo al líder de Corea del Sur muestra que sabe aprovechar sus oportunidades.

Trump ha manifestado tener grandes expectativas de la reunión con Kim, y en un tuit se congratula de haber ejercido tanta presión sobre el norcoreano que lo obligó a negociar. Hay escepticismo sobre esa interpretación. Kim avanzó tanto en el programa nuclear -ahora tiene varias bombas y misiles capaces de llegar no solo a Corea del Sur y Japón, sino también al territorio continental norteamericano-, que puede darse el lujo de ofrecer diálogo a su contraparte desde una posición de fuerza. No es la presión de Trump lo que impulsó a " rocket man " a la mesa de negociaciones, sino, precisamente, su calidad reconocida de país nuclear, con la cual tiene una buena posición para llegar a algún acuerdo.

En Beijing se habló de desnuclearización de la península coreana, un objetivo clave para China y Estados Unidos, pero ¿a cambio de qué? Esa es la gran pregunta. Es difícil imaginar que Norcorea -cuyos líderes siempre han temido por su seguridad y supervivencia- entregue su arsenal nuclear sin más condiciones. Lo mínimo que querrá es el retiro de todas las tropas estadounidenses de Corea del Sur (30.000 efectivos permanentes) y el fin del "paraguas nuclear", la garantía de defensa norteamericana. Y aun así, nadie se atreve a asegurar que un acuerdo de desnuclearización sea cumplido a cabalidad y que Kim acepte un sistema de verificación severo y exigente.

Lo que muchos piensan es que, tal como su padre lo hizo en...

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