El encanto de la gratuidad - 29 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697922985

El encanto de la gratuidad

Justo es reconocer que la gratuidad universal en educación superior -bandera enarbolada por el movimiento estudiantil de seis años atrás y que tomó por sorpresa a sus mayores- se ha enseñoreado del debate. Al comienzo fue muy resistida. Michelle Bachelet, bajándose del avión que la trajo desde Nueva York para iniciar su campaña presidencial, se mostró contraria a dar ese beneficio a los jóvenes de hogares acomodados. No tardó mucho en recapacitar, sin embargo, prometiendo llegar al 70% menos adinerado durante su gobierno y 100% más adelante. La porfiada realidad fiscal no lo hizo posible -el próximo año se alcanzaría el 60%-, pero ello no ha sido obstáculo para que su oposición de izquierda insista en que ello es viable y conveniente.

Desde la centroderecha, la idea ha sido rechazada, pero su abanderado presidencial, el ex Presidente Sebastián Piñera, además de comprometerse a mantener lo ya logrado en la materia, a fin de allegar el apoyo del senador Manuel José Ossandón, ha anunciado su voluntad de ampliar la gratuidad hasta al 90% de las familias que envíen a sus hijos a la educación superior técnica. Una propuesta semejante contenía el programa de la abanderada del PDC, Carolina Goic, avalada por un equipo económico de reconocida solvencia profesional.

¿Por qué el encanto de la gratuidad? En el debate político, la gratuidad pareciera haberse erigido en una suerte de sinónimo de igualdad de oportunidades. Hay hoy un millón doscientos mil estudiantes -y muchos otros, preparándose para serlo-, cuyas familias, aun perteneciendo a los tramos superiores de la distribución de ingresos (con poco más de un millón de renta mensual), han sido llevadas a pensar en la gratuidad como el único camino posible para encarar los elevados costos de sus carreras técnicas o profesionales. Es probable que sean consideraciones de ese tipo las que hayan conducido a Piñera a desmentir los rumores de que acabaría con tal beneficio e incluso a abrazar la idea de ampliarlo, si el crecimiento de la economía lo hace posible.

La gratuidad universal parece defendible en la educación escolar, porque beneficia no solo a los educandos, sino a todos, creando una sociedad con más oportunidades de movilidad y progreso. Así ha sido entendido siempre en Chile y el sistema de la subvención por alumno -instaurado en el régimen militar, sin copagos- es una aplicación de ello. La candidatura presidencial de Chile Vamos...

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