Empresas afectadas por mayores atentados mejoran seguridad y tienen vigilancia policial
Con un modus operandi que comenzó a ser parte de la violencia rural el 4 de enero de 2014, cuando seis camiones de la constructora JEP fueron incendiados en el fundo Copihual, entre Nueva Imperial y Carahue, en La Araucanía, el lunes pasado la empresa Áridos Mardones sufrió el tercer ataque más grande a maquinaria que trabaja en la zona, cuando 13 camiones y cinco retroexcavadoras resultaron carbonizadas.
Los dos atentados que superan a este ocurrieron el año pasado y afectaron a las empresas de transporte Cavalieri y Sotraser, en La Araucanía y Los Ríos, respectivamente.
A 13 meses del primero de ellos, ocurrido el 12 de marzo de 2017 en Pillanlelbún, en la ruta que une Temuco y Lautaro, y a casi ocho meses del segundo, el 28 de agosto pasado, en la carretera entre Valdivia y San José de la Mariquina, "El Mercurio" constató que ambas empresas lograron retomar sus labores, pero a costa de reforzar sus medidas de seguridad y obtener vigilancia policial permanente.
En Cavalieri, Samuel Nahuelpi cumple la labor de encargado del recinto con énfasis en la seguridad. Luego del atentado, afirma que se instaló un cierre electrificado, se dispuso personal de vigilancia las 24 horas, además de una torre de control y un aumento de las cámaras de seguridad. A ello se suma un punto fijo de Carabineros en las instalaciones.
Respecto a los transportistas que vieron destruidas sus máquinas -17 en total-, comenta que han recibido un permanente apoyo psicológico para superar el trauma y que se dispusieron normas para facilitar el traslado y descanso de los conductores que terminan jornadas de manera nocturna y que tenían la práctica de descansar al interior de sus vehículos.
Desde la Fiscalía de Alta Complejidad de La Araucanía se indicó que esta investigación es una de las cinco, de características similares, que tiene a su cargo el fiscal Felipe González, con dedicación preferente. Para realizar las indagatorias cuenta con un equipo de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de la PDI, el que trabaja en establecer vínculos entre los distintos ataques.
En Sotraser, la base Mariquina de la firma funciona ya al 100% de su capacidad. La empresa, perteneciente al holding Bethia y ubicada a 55 kilómetros de Valdivia, realiza mantenimiento a medio centenar de camiones destinados a labores forestales.
Para ello, el taller -que fue quemado durante el ataque, además de 29 camiones, lo que ocasionó pérdidas por US$ 6 millones- se encuentra reconstruido...
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