Empleos generados por inversión estatal crecen 28% en tres años y llegan a 304.718 plazas a marzo
iércoles 1 de marzo, 10:30 de la mañana. Un grupo de doce ex trabajadoras del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) de la Municipalidad de Coyhaique, acompañadas de sus hijos, se toman las oficinas del alcalde.
Dos semanas antes, esas mismas trabajadoras, que se desempeñaron durante todo el verano en ese programa de emergencia financiado con recursos del gobierno central, habían sido desvinculadas. No es que esos empleos hubieran desaparecido de la comuna porque ya no fueran necesarios o por falta de financiamiento -las platas provenientes de la capital para apoyar al municipio seguían ahí-, sino que los cupos habían sido reasignados a otros beneficiarios. ¿A quiénes? A los trabajadores nombrados por el Sindicato 8 de Marzo, formado por otros beneficiarios de ese programa de empleo, según publicó en esa oportunidad la prensa local.
Aunque los PMU son empleos eminentemente temporales, financiados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y repartidos a través de los municipios, la distribución de los cupos, en algunas zonas, está a cargo de sindicatos creados por los propios beneficiarios, reconocieron en esa oportunidad las autoridades edilicias.
Rápidamente, entraron a tallar otros actores: la CUT regional, concejales, medios locales. Entonces, el alcalde titular, Alejandro Huala, hizo su entrada en escena y confirmó a las trabajadoras que les devolverían sus empleos, pero financiados ahora con recursos propios de la municipalidad. Los puestos financiados con las platas del PMU de la Subdere tenían otros dueños: el mencionado sindicato.
Lo mismo que hizo crisis en Coyhaique en esta oportunidad, ha ocurrido también en Lota, Coronel y sectores de Chiloé, zonas de desempleo crónico, donde se presenta la paradoja de que algunos trabajadores que han pasado por estos puestos -en esencia temporales-, se han organizado en sindicatos cuya tarea ha sido presionar a las autoridades para perpetuar estos programas, aumentar sus cupos y distribuirlos entre sus asociados.
Los PMU son solo la parte visible de un fenómeno mayor, en que el Estado ha ido posicionándose como el principal generador de puestos de trabajo en algunas zonas, ya sea indirectamente a través de inversión en obras públicas bien valoradas por oficialismo y oposición, como a través de intervenciones directas, como estos polémicos PMU, que han sido recurrentemente objeto de críticas por parte de la oposición (ver recuadros).
En total, si se consideran los puestos de trabajo...
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