Actores del debate educacional empiezan a centrar sus expectativas en el papel del Senado
De hecho, y pese a la suma urgencia puesta por el Ejecutivo, el proyecto recién ingresaría en noviembre al Senado, donde -por el tonelaje del debate y de sus protagonistas- la "madre de las batallas políticas" que se darán en este gobierno jugará su partido decisivo.
Por ahora, más allá de los esfuerzos del ministro Eyzaguirre por reducir las indicaciones de los diputados oficialistas y apurar el tranco, una vez que concluya la farragosa discusión en la comisión de Educación, el proyecto deberá pasar por la de Hacienda antes de ser votado por todos los diputados. Algunos anticipan que no será un mero trámite, porque, hasta ahora, el Gobierno aún no ingresa el nuevo informe financiero tras el aumento de las subvenciones preferencial y a la clase media, los cambios al cálculo del copago y a la compra de colegios que contemplan sus indicaciones.
Pero, aun con un desenlace más o menos previsto en la Cámara, los diferentes actores de la educación creen en el rol decisivo que jugará el Senado. Las indicaciones del Gobierno ya señalaron el rumbo que tomará el proyecto, pero los senadores han transmitido que se darán el tiempo necesario para analizarlo, al estilo de lo que ocurrió con la reforma tributaria. No por la foto ni el acuerdo transversal, que tanto en filas oficialistas como opositoras ven difícil replicar, pero sí en la profundidad y amplitud del debate que se dará en la comisión de Educación que integran Jaime Quintana, del PPD; el socialista Fulvio Rossi y el DC Ignacio Walker por la Nueva Mayoría, además de Ena von Baer (UDI) y Andrés Allamand (RN), por la oposición.
Ex ministros y el frente constitucional
El peso de nuevos actores que entrarán al debate es otro de los ingredientes que avivarán la discusión en el Senado, como ya ocurriera en lo tributario. Se trata de los ex ministros de Educación, principalmente de gobiernos de la Concertación, que serán citados por la comisión y que en su mayoría no son favorables a la reforma. Un anticipo sería la reciente carta que, entre otros, firmaron José Pablo Arellano, Sergio Molina y Mariana Aylwin contra la gratuidad universal en enseñanza superior.
Otro frente que la oposición podría abrir es el constitucional. Expertos de la Alianza aseguran que hay varios aspectos que podrían verse comprometidos en esta esfera y motivar un requerimiento ante el Tribunal Constitucional. Mencionan dos: la libertad para abrir colegios y el derecho de estos a administrar cada uno sus procesos de admisión.
...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba