Ejecutivos dispuestos a trabajar en el extranjero prefieren EE.UU. y Canadá, pero la mayoría es destinado a Sudamérica
En Falabella cuentan con 103 tiendas entre Chile, Colombia, Perú y Argentina. "En los últimos cinco años se han trasladado en promedio 25 ejecutivos a nivel latinoamericano, pero también a nuestras oficinas en India y China, siendo este último país el preferido como destino", indica el gerente de RR.HH. y RSE de Falabella Retail, Cristián Carvajal.
Según una encuesta de Trabajando.com a 2.741 personas, el 55% de quienes han tenido una recolocación fuera del país ha sido dirigido a alguna parte de Sudamérica. Sin embargo, entre las preferencias de quienes aspiran a salir a trabajar al exterior, los países vecinos solo acaparan el 13%, mientras que Canadá se queda con el 29% y EE.UU. con el 16%.
"Las compañías chilenas con inversiones en la región son las que mueven más empleos. Las multinacionales, que son las que se llevan a la gente a Europa, China o Norteamérica, tienen menos protagonismo", explica Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com Chile. En el sondeo se detalla también que entre quienes han tenido traslados al exterior, un 11% ha ido a EE.UU. y solo un 3% a Canadá.
Otro elemento que explicaría la mayor inclinación por viajar es que los ejecutivos sienten que este paso es clave en su desarrollo de carrera, agrega Felipe Lagos, director ejecutivo de la división profesional de Adecco. "Se percibe, sobre todo entre profesionales de primer nivel, que para seguir creciendo necesitan abrir las fronteras e irse", indica.
De todas formas, entre los recién titulados, tengan o no empleo, también se percibe mayor interés, destaca Vargas. "Los jóvenes lo ven como un anhelo, porque además de pasarlo bien saben que van a ganar habilidades que les servirán en sus próximos desafíos, como aprender inglés".
Dos años es lo ideal para aprovechar la experiencia
Mercado Libre está presente en 19 países. Desde su oficina en Chile, en promedio salen tres personas al año a otras filiales, en estadías que habitualmente duran entre seis meses y un año. A juicio de Vargas, al salir menos de 12 meses no se logra vivir una experiencia plena. "Por lo general, tiene que ver con proyectos específicos, donde la ventaja es que no es necesario mover a la familia, pero el impacto en la persona también es menor", apunta.
Benítez cree que se logra un real aprendizaje luego de dos años en el extranjero: "El crecimiento profesional es posible al conocer a fondo la otra cultura y su forma de hacer negocios, para poder relacionarse y luego recibir a esa gente en...
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