La educación agrícola se sube al carro del emprendimiento y la innovación
Es un giro que las principales facultades del país ligadas al ámbito silvoagropecuario ya han notado y están comenzando a incorporar como parte importante de sus mallas curriculares. La idea que tienen es adaptarse y entregar herramientas que se enfoquen en la gestión y desarrollo de nuevos negocios, estudios y análisis de mercado, además del fortalecimiento de las habilidades blandas, que van desde la capacidad de liderar equipos hasta mejorar la tolerancia a la frustración.
Si bien no hay estadísticas generales que permitan saber en qué están los profesionales del agro que han egresado en los últimos cinco a diez años, desde las universidades afirman que es creciente el número de emprendedores.
En el caso de los agrónomos de la Universidad Católica, actualmente el 9% de los egresados entre 2007 y 2011 se declara dentro de esa categoría, aunque si se suman los que están desarrollando proyectos personales en forma paralela a trabajos dependientes, estiman que el volumen aumentaría 7%.
En la Universidad Mayor las cifras muestran una tendencia aun más marcada hacia el emprendimiento. El decano de la Facultad de Ciencias Silvoagropecuarias, Eduardo Venezian, detalla que el 20% de los agrónomos titulados en esa casa de estudios tiene empresas propias, mientras que el 10% está dedicado a la investigación y un 30% a trabajar en empresas relacionadas con el sector exportador. El porcentaje restante se distribuye entre quienes trabajan para viñas, para el área de semillas o para servicios públicos.
Universidades se adaptan
Pese a este cambio de los últimos años, los decanos de las principales facultades de Agronomía del país reconocen que hasta ahora la formación se había centrado en que los alumnos trabajen en forma dependiente o como asesores, pero no en aportar a la formación de un empresario agrícola. Algo que, contagiado por el interés de los alumnos y por casos exitosos de profesionales del agro, poco a poco comienza a cambiar.
"Hay un grupo grande de alumnos muy inquietos, que quieren hacer sus propios proyectos y no quieren ser empleados. Creo que es un efecto generacional, donde se da que muchos quieren desarrollar sus ideas y contribuir a una sociedad que necesita nuevas soluciones, aún más allá del beneficio económico directo que puedan recibir", plantea el decano de Agronomía e Ingeniería Forestal de la U. Católica, Rodrigo Figueroa.
El rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, advierte que es importante generar un mix entre los contenidos más tradicionales y estas nuevas tendencias, por lo que en esa casa de estudios han optado por generar un modelo de formación por competencias, enfocado en promover las habilidades blandas.
Explica que han sondeado con el sector privado y los servicios públicos vinculados con el agro qué tipo de profesionales necesitan, por lo que están trabajando fuerte con fomentar el liderazgo, la capacidad para formar equipos y trabajar en grupos, y la resistencia al estrés.
"Si bien los conocimientos son importantes, es igual de importante saber dirigir grupos y trabajar en ellos... Eso está expresado en las mallas; hemos ido variando el modelo educativo en esa línea y en la capacidad de autoemprender a través de cursos, charlas y talleres", explica.
En la Universidad Austral, en Valdivia, también están ajustando los contenidos de la carrera para potenciar el emprendimiento. El decano de la Facultad de Ciencias...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba