Un edificio en busca de una función - 17 de Agosto de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 580117482

Un edificio en busca de una función

En un parque en las afueras de Quito, un monolito marca la línea del ecuador. A unos 200 metros de él se levanta un edificio totalmente nuevo, revestido en vidrio negro y plateado, con dos alas en volado que forman una U. Es la sede de la Unión Suramericana de Naciones, Unasur, que se inauguró en 2014.

El gobierno de Rafael Correa, que entonces rebosaba de dinero proveniente del petróleo, financió la construcción: US$ 66 millones. Es una gran obra arquitectónica. Pero aún está medio vacía y sus espléndidas salas de conferencias casi no se usan. El edificio plantea una pregunta: ¿cuál es el propósito de Unasur?

El organismo se formó en 2008. Sus orígenes están en la Comunidad Sudamericana, una iniciativa de inspiración brasileña para unir el Mercosur y la Comunidad Andina -dos supuestos mercados comunes- y desarrollar una infraestructura transfronteriza que vinculara a los países de Sudamérica. Pero bajo la influencia del Presidente Hugo Chávez, de Venezuela, el grupo dejó de lado su misión económica en favor de la "cooperación política". El objetivo más o menos explícito era desplazar a la OEA, que incluye a EE.UU. y tiene sede en Washington.

Unasur estableció consejos ministeriales para temas como defensa y salud. Ha enviado una docena de misiones de "acompañamiento" electoral, que son menos entrometidas y severas que los observadores de la OEA o la Unión Europea. Contribuyó a las conversaciones entre el gobierno y la oposición en Bolivia en 2008 y en Venezuela el año pasado. Y alabó, sin ninguna investigación, la estrecha victoria de Nicolás Maduro, el sucesor de Chávez, en las elecciones presidenciales de Venezuela en 2013, un resultado que la oposición puso en duda.

Ernesto Samper, ex Presidente de Colombia que se convirtió en el secretario general de la organización en 2014, dice que Unasur refleja "un guión político" en el que la mayoría de los líderes son "socialistas, izquierdistas o progresistas". Su labor es promover tres objetivos: que Sudamérica siga siendo una región de paz, evitar las "rupturas democráticas" y defender los derechos humanos; se sobrentiende que incluye los "derechos socioeconómicos" y la lucha contra la pobreza y la desigualdad. De este modo, la "cláusula democrática" del grupo no tiene ninguna relación con el respeto por la separación de los poderes, sino más bien con la "verdadera validez de los derechos sociales".

Según sus críticos, eso parece una excusa para los regímenes autocráticos de izquierda en...

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