Los ecos de la historia en la pandemia de hoy - 29 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 842477604

Los ecos de la historia en la pandemia de hoy

"S alus populi suprema lex esto", un antiguo lema que puede traducirse como la salud de "las personas es la ley más alta", se volvió el principio oficial de las autoridades de Venecia hacia la primera mitad del siglo XVII. Un brote epidémico de peste bubónica hacía estragos: entre 1629 y 1630 murieron alrededor de 46 mil personas de una población de 140 mil. Una de las primeras medidas fue encomendarse a la Virgen María, por lo que construyeron la basílica de Santa Maria della Salute como ofrenda. Como la epidemia avanzaba de todas maneras, tomaron disposiciones más mundanas: establecieron cuarentenas, sanatorios conocidos como lazaretos y un cordón sanitario, impulsados por lo que podría considerarse como el primer sistema de salud pública. Las medidas fueron copiadas por Génova, Florencia y Milán, y luego por Francia, España y varias ciudades del norte de Europa. En los siglos que siguieron las medidas se volvieron más sofisticadas, pero fue ahí en Venecia donde empezó a detenerse la peste bubónica, que por años había diezmado a Occidente.Los detalles del plan veneciano están narrados en "Epidemic and society", un libro del historiador estadounidense Frank Snowden que fue publicado en noviembre del año pasado y que entrega un vasto panorama de las epidemias que han afectado el curso de la historia. Es tan actual que llega hasta la gripe sars, que surgió en 2002 en China, al igual que la pandemia que hoy sufre el mundo por el covid-19. Inevitablemente, es un libro atiborrado de muerte y miedo, pero, como insiste Snowden, también de cambios: "Las enfermedades infecciosas son tan importantes para comprender el desarrollo social como las crisis económicas, las guerras, las revoluciones y el cambio demográfico", sostiene y, como ejemplo muy antiguo, relata que en una epidemia de tifus en la Antigua Grecia, Hipócrates intentó barrer con supersticiones y creencias religiosas para entender la enfermedad por sus causas naturales y dio un paso enorme para la medicina moderna."Nunca desperdicies una buena crisis", dijo alguna vez Winston Churchill, y el escritor Jared Diamond ha echado mano de la frase más de una vez para sus libros, como "Crisis" y "Armas, gérmenes y aceros". Desde su casa en Los Angeles, Estados Unidos, Diamond dice a "El Mercurio" que la pandemia del coronavirus tiene, eventualmente, una posibilidad que no habría que despreciar: "Un beneficio secundario podría ser que las personas de todo el mundo se darían cuenta de que todos estamos en el mismo barco, que compartimos una identidad mundial, que todos debemos colaborar en los problemas mundiales y que ningún país puede resolver por sí solo grandes problemas mundiales, como la epidemia o el cambio climático o el uso insostenible de recursos", dice.Un mercado...

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