Dulzor a la japonesa - 21 de Julio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 846596918
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Dulzor a la japonesa

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Vincent

Era 2018 cuando Mayumi Ehijo, entonces con 28 años, recibió una tentadora invitación. Su abuelo, Isaac Tsunekawa, dejaba el local en la calle Merced donde por años había funcionado la tienda de fotografía fundada por su padre, el bisabuelo de Mayumi, y le sugirió que se instalara ahí con sus postres y dulces japoneses. Mayumi ya tenía un nombre ganado en el circuito gastronómico de Santiago: luego de estudiar gastronomía internacional en el Inacap y trabajar por algún tiempo en una pastelería en Kyoto, se había convertido en la proveedora de postres y dulces para el Japón, el Goemon y el Kintaro, tres conocidos restaurantes japoneses de Santiago. Por eso, la idea de ampliarse a un público más amplio la sedujo de inmediato; con mayor razón en el barrio Lastarria, donde la gente -dice- está siempre abierta a probar nuevos sabores.Los primeros parroquianos de la dulcería, que llamó Sakumu Cake, llegaron buscando un dulce en particular: el dorayaki, una suerte de sándwich dulce, formado por dos bizcochos y un relleno de pasta dulce de porotos, típico de Japón. Muchos lo habían visto en series de animé, otros tantos en la película "Una pastelería en Tokio" (Naomi Kawase, 2015). Además llegaron muchas personas en busca de los tés e infusiones que se venden en el local, donde destaca el té verde importado de Japón, de mayor calidad que el que habitualmente se encuentra en nuestro país, de origen chino, con dejos a algas y mar.La curiosidad por la austera estética de este pequeño local también atrajo a muchos, al igual que el interés por comprender la relación entre los japoneses y los dulces: en la isla, no es habitual que los restaurantes ofrezcan postres. En sus comidas diarias, los japoneses tampoco suelen incorporar preparaciones con azúcar. En cambio, cuenta Mayumi, se acostumbra llevar dulces o galletitas como regalo al visitar amigos o familiares. Luego, el anfitrión los sirve junto con el té, como ritual de agradecimiento.Mayumi confiesa que, en sus comienzos, su propuesta de dulzor japonés no siempre tuvo buena recepción entre muchos chilenos. Se trata de un gusto adquirido, un placer no siempre comprendido. Como los erizos o el piure.-Hay gente a la que le choca la pasta dulce de porotos blancos o rojos; no están acostumbrados a la idea de que el poroto pueda ser dulce. A otros no les gustan las texturas de estos dulces, que pueden ser más chiclosas, o más grumosas -explica.Sin embargo, se mantuvo fiel a los sabores nipones y esta ha...

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