Drina Rendic 'Estoy en el tema de la gente mayor. Esa es mi cruzada'
-"El día que dejaste de contribuir empiezas a morir", decía Eleanor Roosevelt -declara Drina Rendic al otro lado de la pantalla, sentada en el escritorio de su casa en Lo Barnechea. A sus 78 años, esta ingeniera comercial y gestora cultural se refiere a cómo ha visto que la pandemia ha afectado su generación.-En la gente que conozco ha habido angustia. Precisamente porque están solas y a lo mejor no tienen las herramientas para sobrevivir psíquicamente; podrían tenerlas si hubieran estado más activas como mujeres mayores. Ha habido angustia en algunas y en otras no. Algunas han decidido aprender para mejorar sus conocimientos, y hay otras que se dedican a sí mismas, y cuando te dedicas a ti misma estás perdida, en cuanto a no aportar. Hay gente que se dedica a oír música, lindo, te alimenta el espíritu, o a jugar a un juego en el computador, pero no estás entregando nada para afuera. Al final, el sentirte útil es en términos psicológicos tremendamente importante.En su caso, dice, el confinamiento "fue un cambio, pero no uno duro". Cuenta que en la habitación desde la que habla ha pasado la mayor parte del tiempo el último año. Allí está su escritorio y su computador, frente al que se la ha pasado en reuniones de los numerosos directorios a los que pertenece. Es presidenta del International Women's Forum, del Capítulo Chileno National Museum of Women in the Arts, del Directorio Centro Cultural Estación Mapocho, del Comité de Género del Chile-Israel Council, y del Consejo Asesor de Chile Transparente, entre otros.-Hasta antes de la pandemia, usted asistía a todas estas reuniones, además de tener varios eventos sociales al día. ¿Cómo fue cambiar todo a un modo online ?-Uno siempre tiene que estar evolucionando, no te puedes quedar metida en lo que sabes hacer y en lo que es cómodo para ti. Todo el mundo me decía: "Oye, tú que eres tan social, debes estar desesperada", pero empecé a relacionarme de otra manera y lo encontré como una exploración, no sé cuánto tiempo más podría estar así, pero no me afectó tanto. En la mañana me levantaba a la misma hora de siempre, 07:30, tomaba desayuno, empezaba las reuniones y no me movía de mi oficina.Dice que mucho tiempo de sobra no ha tenido, que por ejemplo, no ha podido ver ninguna ópera online , que tanto le gustan, pero que sí ha podido pasar más horas con su marido.-Mi marido empezó a trabajar desde la casa, entonces lo vi mucho más. Hubo una interacción familiar más importante de la que había antes. Siendo que mi marido y yo tenemos 78 años, cada uno con su pega y con sus intereses, en realidad no nos topábamos tanto, pero ahora empezamos a toparnos todas las noches, mirábamos una película juntos. Eso fue un reencuentro, hubo más comunicación.Desde que cumplió 60 años, hace casi dos décadas, dice Drina que ha hecho más cosas que nunca antes en su vida.-Puede haber varios factores, quizá sientes que tienes menos tiempo y quieres hacer tanto, supongo. De repente hay una vorágine de actividad y descubres que eso te hace feliz. Me empezaron a llover más cosas y me doy cuenta de que se puede; me gustaría...
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