Dotación de médicos aumentó 44% desde 2004, pero déficit es de 1.700 especialistas
ay una demanda que parece hermanar a los habitantes de ciudades y pueblos tan disímiles como Aysén, Carahue, Arica y Punta Arenas: más médicos especialistas para sus hospitales.
De hecho, el único punto de encuentro alcanzado hasta ahora entre el movimiento ciudadano de Aysén y el Gobierno es el compromiso del ministro de Salud, Jaime Mañalich, de levantar un nuevo hospital en la zona y, sobre todo, garantizar la presencia de especialistas.
En Carahue, la muerte de una niña de ocho años a causa del virus hanta también desembocó en la misma demanda: los habitantes y las autoridades locales reclamaron que en el centro asistencial no había expertos ni equipos para enfrentar un caso como ése.
El problema de fondo es que el desarrollo de la salud privada ha sido tal durante los últimos años -sobre todo en Santiago y en el norte minero-, que el déficit de especialistas en el sector público se empina por sobre los 1.700 profesionales.
A esto se suman las dificultades que enfrenta el Estado para conseguir directivos para el sistema. Según cifras del Servicio Civil, a diciembre de 2011 se registraban 102 cargos de director de hospital, subdirector y jefes de departamentos declarados desiertos en alguna oportunidad.
En el Ministerio de Salud afirman que esta situación tiene dos caras: por una parte, hay regiones donde efectivamente faltan médicos tanto para ámbitos públicos como privado y, en otras, se trata de un problema de distribución, originado por la brecha salarial que existe entre ambos sectores.
Tal es el caso de la Segunda Región, donde los ingresos de los doctores en el sector particular pueden hasta quintuplicar a los del servicio público, según el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
"En aquellos lugares donde habiendo especialistas no trabajan en los hospitales, hemos mejorado los incentivos a través del desarrollo profesional, pasantías y cursos", pero el sistema no puede competir por la vía de igualar los ingresos, señala.
Calama, por ejemplo, es una de las zonas con mayor incidencia de enfermedades a la piel, y, sin embargo, el único hospital público no cuenta con dermatólogos. Los disponibles están en el sector privado, dice el presidente del Colegio Médico de la ciudad, Hernán Flores.
Si un especialista que se dedica sólo al servicio público en esta ciudad gana del orden de $ 3 millones, en el sector privado puede llegar a $ 9 millones.
A juicio de Flores, la falta de médicos se debe a que la ciudad no es atractiva, las condiciones de vida son difíciles y, además, todo es muy caro: "La asignación de zona es de sólo 35% del sueldo base, menos que en Mejillones, por ejemplo, que está...
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