'Tenemos dos objetivos inéditos para el club: tricampeonato y la Copa Libertadores'
"Me reclaman tiempo", dice. "Tengo cinco hijos, de 4 a 20 años, con todos los tipos de requerimientos: desde la infancia a la adolescencia. Pero son todos cruzados de corazón y estuvieron en Iquique y Temuco", cuenta orgulloso y feliz.
-¿Aterrizó la felicidad del bicampeonato?
"Esto queda guardado en el corazón y es un recuerdo que jugadores, cuerpo técnico e hinchas no olvidaremos nunca. Es un objetivo logrado, pero hay que fijarse nuevos objetivos y ponerse a trabajar".
Dice Tagle que todos los días conversa con José María Buljubasich, el gerente deportivo, y Jorge Garcés, "el otro director más involucrado en el fútbol. Trabajamos 24/7 en la conformación del plantel y en la determinación de los objetivos".
-¿Cuál fue la primera imagen que recordó tras la victoria en Temuco?
"La del bicampeonato que se tuvo a la mano y se perdió, la final de 2011. Era una herida... Habíamos tenidos otros logros después de eso, pero ahora podemos decir que esa herida se cerró definitivamente".
-¿Cuál es el mérito de la dirigencia en este 2016?
"No haber perdido la convicción y seguir una línea de trabajo de mucha unidad, de manejar los problemas internamente. No dimos palos de ciego cuando hubo frustración. Creer en la seriedad del trabajo del 'Tati'... Creer en el cuerpo técnico fue un buen ejemplo de cómo mantuvimos la convicción, especialmente tras la eliminación de la Sudamericana, cuando muchos nos pedían sacar a Mario Salas. Los jugadores fueron importantes: este grupo siempre creyó, fue leal y fiel a ese trabajo".
-¿Nunca, tras la seguidilla de fracasos que vivió la UC, se vieron tentados a cambiar radicalmente la línea de acción?
"Había que mirar el vaso medio lleno. Salvo el torneo del segundo semestre de 2014, la UC fue un equipo que siempre dio pelea, fue protagonista. En los últimos diez torneos, es lejos el que tiene más puntos. No se estaba haciendo todo mal. A su vez, había que mirar el vaso medio vacío, decir 'algo nos falta para coronar el trabajo bien hecho'. Quizás era falta de convicción, darles más confianza al plantel y a los jugadores, afinar la puntería en los refuerzos, traer jugadores que tuvieran más experiencia, que hubieran vivido situaciones de finales... Y acertamos".
Hincha y dirigente
"Soy director desde abril de 2010 y llegué sin tener mayor conocimiento de la industria. Aprendí a compatibilizar las funciones de hincha y presidente, sin estar exento de cometer errores o de actuar un poco más como hincha. Pero se aprende"...
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