Los dos frentes que conforman la evolución económica de Chile - 8 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 555968554

Los dos frentes que conforman la evolución económica de Chile

El ritmo de crecimiento en Chile, menor al 2% el año 2014, sigue siendo magro. La esperanza de las autoridades de que repuntaría al terminar el 2014 se ha postergado para la segunda mitad del 2015. La nota optimista que dio el Gobierno es que habría cumplido con creces sus metas de gasto al cerrar la ejecución presupuestaria, subiendo la participación del Estado en la economía. Esto, que es un motivo de orgullo para las autoridades, no garantiza que los chilenos vivamos mejor en el mediano plazo. La realidad de lento avance que vivimos está conformada por lo que está sucediendo en el plano interno y por la evolución del contexto externo.

Internamente, la situación es paradojal. Las instituciones económicas del país -privadas y públicas- son sanas y la estabilidad macroeconómica está bien fundada. Las empresas son competitivas y tienen gobiernos corporativos flexibles y capaces de seguir en la carrera del progreso. El sistema financiero no muestra ningún signo de riesgo sistémico y ha sido capaz de absorber sin problemas los eventos de iliquidez o capacidad de pago inevitables en la vida real. El fisco no tiene prácticamente deuda neta, el tipo de cambio es flexible y facilita las adaptaciones de la economía sin traumas y el Banco Central tiene independencia validada políticamente. Pero si esto es así, ¿por qué el país crece tan lentamente?

En realidad, mientras el entorno antes descrito estuvo unido a un ambiente de respeto a la propiedad privada, favorable para quien asume riesgos ahorrando e invirtiendo, con respeto para el que creaba empleo, con reglas de juego sectoriales predecibles y estables, además de una integración al mundo amplia y dando una clara bienvenida al inversionista externo, el país progresó con fuerza y como no lo había hecho en su historia. La productividad se aceleró y todos nos beneficiamos. Pero ello paulatinamente se deterioró, la estabilidad institucional disminuyó y el respeto a la propiedad flaqueó. El espectacular aumento del precio del cobre a partir de la primera presidencia de Bachelet compensó la fuerte moderación de la productividad que ocurrió como consecuencia, por lo que la población no sintió el impacto y continuó percibiendo mejorías.

Pero el país estaba en un punto de inflexión; sin mejorías externas como la vivida en el pasado, el nuevo período de Bachelet debía dar un vuelco para relanzar la productividad si quería crecer a la par de lo que la población ya estima es un derecho. De seguir al ritmo...

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