Dos virtuosos que eligieron la música contemporánea
Se trata de un público transversal, con una mayoría de adultos jóvenes, y con una mayor presencia femenina que en los eventos equivalentes de Chile. Los asistentes han copado todos los conciertos, desde la apertura misma del festival, que fue protagonizada por el respetadísimo Reinbert de Leeuw y el Asko/Schoenberg Ensemble, y que terminó con una ovación de 700 personas.
Todas las salas elegidas han tenido una impecable acústica, incluso el auditorio de la escuela local "Rudolf Steiner", donde ayer no cabía un alfiler para el concierto del Arditti String Quartet y el Jack Quartet de Nueva York.
De las 28 obras programadas, 24 son estrenos mundiales. Todos los conciertos se transmiten en www.wdr3.de. Y ojo con un dato que habla muy bien del nivel de los eventos chilenos de este tipo: el aclamado violinista Irvine Arditti, una de las estrellas acá en Witten, estuvo en Santiago el año pasado. Y lo mismo sucede con el violinista Garth Knox, y los compositores Emmanuel Nunes y Carola Bauckolt: todos han actuado en Chile invitados por el Instituto de Música UC.
 Irvine Arditti: "En la adolescencia, esta música era mi hobby . Ahora es mi vida"Irvine Arditti (1953) fue parte de la Sinfónica de Londres hasta 1980, cuando decidió concentrarse en el Arditti Quartet, que había fundado hacía seis años. Como violinista, es un virtuoso que tiene una carrera solista notable, y ha estrenado decenas de obras que le han compuesto especialmente. No sabe cuántas: " Si empiezas a contarlas, es que te importan más los números que la música (ríe). Le he dedicado toda mi vida a esto. A los 12 años escribía música, y a los 15 vine a Alemania para poder escuchar a Stockhausen y a Ligeti. Entonces, era mi hobby , y ahora es mi vida".
Con su cuarteto tienen más de cien CDs, y muchos premios, como el Siemens y el Diapason d'Or. Pero lo más importante es que son considerados los responsables del renacimiento del cuarteto de cuerdas a fines del siglo XX. Antes de ellos, no había música nueva para esta formación.
"Recuerdo la primera vez que le pedí a Stockhausen que nos escribiera un cuarteto de cuerdas. 'No escribo cuartetos de cuerdas, tampoco sinfonías. No escribo en modelos clásicos', me dijo. Y es verdad, en los años 60 y 70, los compositores sólo escribían para ensambles mixtos. Creo que no componían para cuartetos de cuerda porque esos intérpretes eran demasiado tradicionales", cuenta.
"Tocamos bien porque estamos acostumbrados a actuar juntos, no es como un...
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