Donald Trump, puertas adentro
-Energizado o enfurecido -o a menudo una mezcla de ambos-, Trump toma su iphone. A veces tuitea mientras está apoyado en su almohada. Otras, desde el estudio de al lado. Con menos frecuencia, hace su camino por el pasillo hacia la Sala de Tratados -a veces ya vestido, otras veces todavía en pijama-, donde comienza sus llamadas oficiales y extraoficiales.
A medida que termina su primer año en el cargo, Donald Trump redefine lo que significa ser Presidente. Lo ve como un premio que debe luchar para proteger cada momento, y Twitter es su Excálibur. A pesar de todas sus fanfarronadas, se ve a sí mismo más como un titán que domina el escenario mundial que como un hombre comprometido en una lucha para ser tomado en serio, según entrevistas con más de 60 asesores, asociados, amigos y miembros del Congreso.
Para otros presidentes, todos los días son una prueba sobre cómo liderar un país. Para Trump, cada día es una batalla minuto a minuto para sobrevivir. Todavía piensa en las elecciones del año pasado, convencido de que la investigación del abogado Robert S. Mueller sobre la interferencia de Rusia es un plan para deslegitimarlo. Y los mapas que resaltan con color los condados en que ganó cuelgan de las paredes de la Casa Blanca.
Antes de asumir en el cargo, Trump les dijo a sus principales asesores que pensaran en cada día presidencial como un episodio de un programa de televisión en el que deben vencer a sus rivales. Y algunas personas cercanas a él estiman que pasa al menos cuatro horas al día, y en ocasiones hasta el doble, frente a un televisor, a veces con el volumen silenciado.
Según razona Trump, fue su enfoque el que lo llevó a la Casa Blanca, por lo que debe ser el correcto. Hasta ahora, es más impopular que cualquiera de sus predecesores -solo el 32 por ciento aprobó su desempeño en la última encuesta del Centro de Investigación Pew-; sin embargo, domina el paisaje como ningún otro.
Después de meses de desilusiones legislativas, Trump está a punto de ganar en sus esfuerzos por reducir los impuestos y revertir parte del programa de atención médica de su antecesor. Si bien gran parte de lo que ha prometido aún no se hace, ha logrado un progreso significativo en su objetivo de reducir las regulaciones ambientales y comerciales. La economía en crecimiento que heredó continúa mejorando, y los mercados bursátiles se han disparado a niveles récord. Además, su prohibición parcial de entrar a Estados Unidos a ciudadanos de países musulmanes finalmente ha tenido efecto después de múltiples batallas judiciales.
Jared Kushner, su yerno y asesor principal, ha dicho al equipo que, a sus 71 años, Trump nunca cambiará. Al contrario: predijo que posiblemente manejaría la Presidencia a su voluntad. Y hasta ahora, Trump ha luchado con la Presidencia para obtener un empate.
"No veo mucha televisión"
Durante la mayor parte del año, las personas dentro y fuera de Washington se han convencido de que existe una estrategia detrás de las acciones de Donald Trump.
Ocasionalmente, el Presidente solicita ayuda antes de presionar el botón "tuitear". En junio, según un veterano consejero, llamó a sus amigos para decir que tenía el tuit perfecto para neutralizar la investigación de Rusia. Diría que era una "caza de brujas". Ellos no se sorprendieron.
Una vez que publica mensajes controvertidos, los asesores de Trump a veces deciden no verlos con él. Un asesor cuenta que los consejeros del Presidente deben mantener una actitud positiva, y que el equipo del ala...
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