El dolor eterno de Francisco Arrué - 11 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 552183414

El dolor eterno de Francisco Arrué

Ninguna cicatriz, sin embargo, le ha generado tanto dolor como la muerte de su hermana Natalia Macarena, en octubre de 1985.

Fueron 30 años de un silencio que empezó a romper en Twitter poco antes de la Navidad. "La justicia es una mierda. Dije hace años que no creía en ella: a mi hermana la mataron, violaron y asesinaron y nunca encontraron culpables", escribió.

-¿Qué motivaron esas palabras?

"Lo hice porque me dio rabia cómo se manejó el tema de Martín Larraín (quien fue absuelto por el atropello de Hernán Canales). No tengo nada contra él, pero cómo se manejó judicialmente el caso me molestó".

Arrué toma aire. Respira. Y cuenta. "Yo tenía ocho años cuando pasó lo de mi hermana. Ella, cuatro y medio. La secuestraron, la violaron, la tiraron al río... No se le dio mucha atención en la prensa, éramos una familia humilde. Recuerdo, por ejemplo, el secuestro del niño Rodrigo... Olvidé el apellido".

-Anfruns, Rodrigo Anfruns.

"Él. De ese caso se habló más, era una familia conocida. Nosotros nunca encontramos a los asesinos. Mi papá tenía una fábrica de calzado, todos los jugadores de Colo Colo le compraban zapatos, le iba muy bien, y se fue a la quiebra, porque tuvo que pagarle a mucha gente para que encontrara a mi hermana. Es un dolor que hasta el día de hoy tiene nuestra familia. Yo recuerdo todo".

-(...)

"Es imposible olvidar. Fue doloroso. No pasa un día en que no nos acordemos de mi hermana, siempre está presente. Se perdió el 2 de octubre de 1985 y salí a buscarla con algunos amigos y tíos. Estábamos en la casa de mi abuela en San Joaquín, a una cuadra de la mía. La buscamos por todos lados. Yo lloraba, se acercó un tío y me abrazó. Una tía me decía que mi hermana iba a estar en el cielo. Y para que bajara mi pena me mandaron a la casa de mis vecinos a jugar con autitos... Pero me puse a llorar y me llevaron de nuevo a la casa".

-¿Cuándo apareció su hermana?

"El 5 de octubre, en el Zanjón de la Aguada, pero de Maipú. Nosotros vivíamos cerca del Zanjón, pero del de San Joaquín. No sabemos dónde la tiraron, si la llevaron hasta allá, no sabemos nada... Me enteré siendo grande, a los 28 años, que la habían violado: supe por unos diarios que le encontré a mi abuela. Mis papás nunca me habían contado eso. Solo me dijeron que la habían asesinado, nunca detalles. Cuando supe fue más doloroso, pero no dije nada. ¿Qué más puedes hacer? Comerte el dolor, no queda otra. No puedes andar dando preocupaciones o recordarle eso a mis papás, o a mi...

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