Dolmestch defiende un 'activismo judicial controlado', pero admite que hay ciertos excesos
La reflexión es del presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, quien expuso ayer ante cerca de un centenar de empresarios, abogados y otros profesionales que participaron de un desayuno organizado por Icare, en el centro de eventos CasaPiedra.
Para el ministro, esa falta de normativa explica lo que se ha denominado "activismo judicial", el que defiende cuando es "controlado", dice.
A veces -señala- los jueces se ven desprestigiados, porque se investiga todo, "esto pasó así, fue así, y hasta el niño más chico dice 'esto es un delito, oiga', pero uno va al Código Penal, y no hay ley, no hay norma para (sancionar) esa conducta". Y el caso queda sin condena.
Hoy existen conductas -insiste el magistrado- en el mundo informático, económico, entre otras materias, cuya sanción puede resultar prácticamente imposible con la legislación existente.
Ahora, una forma de solucionar este asunto, sin olvidar la letra de ley -comenta-, es "ir agregando en la interpretación (de esta), porque no podemos excusarnos en un 'no hay ley, no hay ley'. Tenemos que ir resolviendo los problemas hasta donde se puede y (...) los principios jurídicos, la jurisprudencia, y la convencionalidad y la constitucionalidad, nos van ayudando en esto".
Riesgo en interpretación
Incluso destacó que "un activismo controlado como el de hoy, adecuadamente vinculado con la Constitución y la ley, y en donde se interpreta el derecho utilizando también como fundamentos los principios jurídicos que le informan, promueve -creo yo- decisiones más justas, razonables y modernas".
Aunque reconoció que esta fórmula tiene algunos riesgos. "Aquí (en el activismo) es donde pueden surgir las malas interpretaciones y las exageraciones. Hemos sido drásticos hasta donde se puede, pero hemos tenido el ejemplo, y eso es cierto, de jueces que 'se les pasa la mano', en materia penal, no, pero en materia civil, en materia económica, o en materia laboral, resuelven cosas como quien dice 'a la pinta del juez', pero eso no es lo común", precisó.
Otro tema que tocó ayer el presidente de la Corte Suprema -que, al igual que el activismo, ya había abordado el 1 de marzo pasado, cuando inauguró el año judicial- fue la "situación preocupante del país", con investigaciones penales por financiamiento irregular de campañas políticas, entre otras, y la desconfianza que se ha generado en la ciudadanía.
Falta de credibilidad
Uno de los principales efectos -quizás de los más importantes- es la falta de credibilidad que...
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