Documental explora la tradición y la fe de un poeta popular del Maule - 17 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693247085

Documental explora la tradición y la fe de un poeta popular del Maule

Algunas décimas hablan de lo Divino y otras de lo Humano. Los cultores que escriben sus propios versos se llaman poetas populares y por lo general son también payadores, pues saben cómo improvisar en esta compleja forma métrica.

Ese es el caso de Luis Ortúzar, más conocido como el Chincolito de Rauco, la figura central del documental "El Chincol y la bandada. Vuelo y eco del Canto a lo Poeta" (100 minutos), que se exhibe hasta el 25 de septiembre en la Cineteca Nacional, y cuyo DVD se vende a $7 mil en La Tienda Nacional (Merced 369).

Fue dirigido por José Luis Villalba, quien conoció al Chincol hace 15 años, en una de las vigilias de San Juan que Fidel Sepúlveda hacía en su casa. "En varias ocasiones lo vi payar, y tomé conciencia de su gran habilidad para improvisar, rimar y manejar la ironía. Me quedé con la sensación de estar ante un gran maestro y, como tal, imbatible. Su estilo para cantar, no exento de cierta aspereza propia del campesinado, me indicaba que él iba al meollo de las cosas, a la raíz misma del canto popular", recuerda.

Decidió hacer un documental sobre este poeta popular del Maule, que financió con recursos propios. Trabajó con su socio René Dávila, el sociólogo Felipe Espinoza, la periodista Vivian Lavín y Soledad Manterola, la viuda de Sepúlveda, como productora.

Grabaron durante dos años y el epicentro de las filmaciones fue la casa de Ortúzar, en Palquibudi, cerca de Curicó. Registraron dos vigilias a la Virgen del Carmen, entrevistas y jornadas de trabajo en el campo. El sitio, dice el realizador, "es un sanctasanctórum modesto, donde prima la humildad, actitud obligada para conectarse con lo trascendente". Y destaca la profunda raíz campesina del Chincol, quien ya superó los 70 años de edad y sigue trabajando la tierra, labrando y sembrando, además de hacer carbón, que es su oficio. "Esta relación con la tierra es su ancla, y eso facilita que su canto esté doblemente fundado", dice. Conoce igual de bien la naturaleza y la Biblia, y eso se nota en su Canto a lo Divino.

"La fe simple y comprometida del Chincol es una fe viva, plena de valores y de fuerza espiritual. Aquí no hay solo tradiciones por preservar, sino una potencia original que se hace acto en el presente. Con las décimas, los jesuitas españoles empezaron a evangelizar al naciente pueblo chileno. Por eso el Canto a lo Poeta, hecho en décimas y versos octosílabos, nos conecta con los orígenes de nuestra identidad", agrega.

Teología y estética

Villalba...

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