Doble moral - 2 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 654580577

Doble moral

Políticos y ciudadanos compartimos un defecto que la muerte de Fidel Castro ha puesto otra vez de manifiesto: el doble estándar. No me refiero a todos los políticos, desde luego, ni tampoco a todos los ciudadanos, pero sí a una buena parte de ellos. Y el doble estándar consiste en que políticos y ciudadanos de derecha nos recuerdan hoy con indignación y energía cómo el régimen de Castro atropelló los derechos humanos de su pueblo, en circunstancias de que apoyaron aquí una violación semejante durante los 17 años que duró nuestra dictadura militar, mientras que los de izquierda, que padecieron y condenan con igual indignación y energía los atropellos de esta última, celebran o cuando menos justifican las acciones contrarias a tales derechos que en la isla caribeña datan desde hace ya más de medio siglo. Estos últimos se ufanan de que el régimen de Castro haya hecho progresos en materia de derechos sociales -especialmente en cuanto a educación y atención sanitaria-, pero pasan por alto el atropello de las libertades personales y los derechos políticos de los cubanos, mientras que los primeros se vanaglorian hasta hoy de las modernizaciones del régimen de Pinochet y omiten toda referencia al hecho de que hayan sido realizadas en el marco de una masiva y sistemática violación de esas mismas libertades y derechos políticos, y, como si fuera poco, también de los derechos sociales de la población chilena.

Doble estándar, entonces. Doble estándar puro y duro, una práctica que contagió hace ya tiempo a una parte no menor de nuestros políticos y ciudadanos, tanto de uno como de otro lado del espectro político, y que, con justificada razón, molesta y desazona a aquellos que en este caso condenan a ambas dictaduras -la chilena y la cubana- y que denuncian por igual los atropellos a los derechos humanos de una y de otra.

Las dictaduras, cualquiera sea su signo y la ideología que impongan, se parecen mucho entre sí. En ellas, la democracia sale del escenario y lo que entra es un general vestido con uniforme regular o verde oliva -para el caso da lo mismo- que desenfunda su pistola, la pone sobre la mesa y declara terminada toda discusión. Por otra parte, el "contexto" suele ser la excusa preferida de las dictaduras, como si algo así como el contexto, sea este nacional o internacional, debiera tener siempre el efecto de...

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