Las divisas sienten la onda expansiva del estímulo - 9 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 556046730

Las divisas sienten la onda expansiva del estímulo

Los bancos centrales de la mitad de los países que integran el Grupo de los 20 (G-20) de las mayores economías del mundo, tanto desarrolladas como emergentes, cuyas máximas autoridades económicas se reunirán esta semana en Estambul, han adoptado medidas de estímulo este año.

Sus decisiones, principalmente recortes de las tasas de interés y compras de activos, han repercutido en los mercados cambiarios al reducir el valor de algunas monedas y apreciar el de otras, en especial el dólar. Eso ayuda a los países que quieren estimular sus economías, pero perjudica a la Reserva Federal de Estados Unidos y presenta retos a los exportadores de los países cuyas divisas se disparan, como es el caso de EE.UU., Suiza y Dinamarca.

"Existe un consenso cada vez mayor en el mercado de que se ha desatado una guerra de divisas de la que no se habla", escribieron David Woo y Vadim Iaralov, analistas de Bank of America Merrill Lynch, en un informe a sus clientes. Acotaron que la magnitud de los altibajos en los mercados de divisas este año ha alcanzado su cima sin una crisis de por medio en los últimos 20 años.

No hay guerra de divisas

La expresión guerra de divisas evoca imágenes de países que tratan en forma deliberada de devaluar sus monedas y reducir sus importaciones a costa de sus vecinos. Se trata, por definición, de un juego de suma cero.

Lo que ocurre hoy en día es distinto. En general, los bancos centrales no buscan alcanzar un tipo de cambio débil mediante, por ejemplo, la compra de monedas de otros países en los mercados como en el pasado. Están haciendo lo que creen es lo mejor para sus respectivas economías y, si las divisas se debilitan como resultado, bienvenido sea.

Con la posible excepción de Suiza, cuya economía puede sufrir el impacto de una brusca alza del franco luego que el banco central eliminara inesperadamente su tope cambiario frente al euro en enero, aún no hay una lista clara de víctimas.

En realidad, esta versión de las guerras de divisas tiene un aspecto de suma positiva. Cuando un banco central flexibiliza, otros están obligados a seguir el ejemplo para contrarrestar la presión alcista sobre sus monedas.

Al contrario de otras ocasiones, la oleada de políticas de crédito fácil de hoy no fue diseñada para combatir una crisis financiera, como ocurrió hace seis años. En lugar de ello, los bancos centrales luchan contra una inflación baja y un crecimiento débil.

La actual seguidilla de políticas de flexibilización comenzó en Europa...

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