El discutido resultado de la visita papal - 2 de Abril de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 363125322

El discutido resultado de la visita papal

La relación entre la Iglesia y el régimen comunista ha sido tensa, pero se ha ido consolidando desde la visita de Juan Pablo II en 1998 y, desde ese ángulo, el mayor anhelo expresado era fortalecer esos lazos para poder seguir trabajando con los cubanos.

Muchos pueden estar decepcionados de que el Papa no hiciera referencias explícitas a la dictadura, a los prisioneros políticos (sólo habló de presos) o a la permanente represión de los opositores, pero el objetivo era otro, y tiene relación con el lugar que ocupa la Iglesia en la sociedad. Cuando Juan Pablo II -con su personal experiencia exitosa de la lucha contra el comunismo en Polonia- estuvo en Cuba, hizo referencias políticas directas. Benedicto XVI fue más cauteloso, usó un lenguaje más elíptico, hubo ideas que incluso algunos cubanos no entendieron. Pero su mensaje fue contundente: Cuba -y el mundo, matizó- debe cambiar (a lo que el encargado de las reformas respondió que habrá cambios económicos, pero no políticos); las libertades fundamentales no deben estar limitadas; se necesita más libertad religiosa, y ha de buscarse la reconciliación entre los cubanos (en referencia a los exiliados). Incluso antes de llegar a la isla, señaló que el marxismo como ideología carece de vigencia. Y, al despedirse, pidió a los cubanos mantener la fe, porque Jesús "penetra como una pequeña luz todo lo que es oscuridad y amenaza".

En la emblemática Plaza de la Revolución, Benedicto XVI resumió en su homilía el mensaje que llevaba a todos los cubanos. Habló de la importancia de buscar "la verdad", porque "la verdad los hará libres", lo cual -dijo- "siempre supone un ejercicio de auténtica libertad". Añadió que hay quienes interpretan mal esta búsqueda, "llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en 'su verdad' e intentando imponerla a los demás". En Jesucristo -añadió- encontrarán la verdad sobre Dios y el hombre, y la tarea de la Iglesia es llevarla a todos. Reconoció que en Cuba se han "ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe", pero pidió a las "instancias gubernamentales de la nación reforzar lo ya alcanzado". En uno de sus encuentros privados, Benedicto XVI pidió a Raúl Castro declarar feriado el Viernes Santo, lo que, de haberse concedido, sería el equivalente a lo que Fidel le dio a Juan Pablo II, con el festivo de Navidad, y el logro visible de esta gira. En los hechos, Raúl Castro sólo declaró feriado el...

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