Un discurso relevante - 6 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 840992363

Un discurso relevante

El discurso pronunciado por el presidente de la Corte Suprema, el ministro Guillermo Silva, en la inauguración del año judicial es una apelación a las mejores tradiciones republicanas y una contribución importante al proceso en que se encuentra el país. Estas reflexiones deberían ser escuchadas por la clase política y los líderes de opinión, pues los jueces perciben con anticipación y particular agudeza los focos cambiantes del malestar social, usualmente con independencia de su origen e interpretación política: "La suma de decisiones administrativas y jurisdiccionales que exhiben un mapa de conflictos asociados a vulneración de derechos y situaciones de abuso, debiera ser una alerta para los entes políticos responsables de generar los cambios legislativos que hoy aparecen de evidente necesidad". No se trata simplemente de complacer a grupos vociferantes, y ni siquiera a ciertas mayorías circunstanciales, pues, aunque desde luego hay que prestar atención a las percepciones de la opinión pública, los tribunales "por su naturaleza" están llamados a "solucionar con objetividad y apego a la ley los asuntos sometidos a su conocimiento y en ningún caso a complacer a las mayorías -pues, precisamente, el Poder Judicial adquiere real vigencia en decisiones ajustadas a derecho que puedan resultar contramayoritarias".Desde esta perspectiva se presenta con particular fuerza el "llamado a los actores políticos y sociales a hacer un esfuerzo por escucharse recíprocamente, partir por aquello en que existe acuerdo, pensar en lo que puede ser objeto de consenso y ceder posiciones donde sea necesario conforme a los intereses superiores del país y de la comunidad, a fin de ir allanando el camino hacia decisiones colaborativas, co-construidas y de las que todos se sientan parte". Con estas palabras, el presidente del supremo tribunal advierte que tras las múltiples demandas y el estallido de violencia se encuentra una fractura en la cohesión social. Reparar esta fractura e impedir que continúe profundizándose bajo la superficie de arreglos circunstanciales parece ser el verdadero objetivo. La forma de encararlo es escucharse, ceder y construir colaborativamente un consenso capaz de integrar a todos o, cuando menos, a una gran mayoría. Contra esto conspiran la polarización y el extremismo maximalista. Este llamado se dirige no solo a los actores políticos, sino también a quienes con mayor o menor legitimidad representan a movimientos...

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