Directores de Icare aterrizan el escenario económico para 2016 tras el 'sinceramiento' del Banco Central
Vivianne Blanlot, presidenta del Círculo de Empresa y Sociedad; Nicole Nehme, presidenta del Círculo Legal; Pablo Bosch, presidente del Círculo de Innovación; Francisco Garcés, presidente del Círculo de Personas y Organización, y Juan Ignacio Langlois, vicepresidente del Círculo de Finanzas y Negocios, participaron de este encuentro, que se realizó un día antes de que el Gobierno anunciara su paquete de 22 medidas para impulsar la productividad y el crecimiento, y menos de 24 horas después de que el Banco Central redujera su proyección de crecimiento para este año, bajándolo del rango de 2 a 3% a uno más pesimista de entre 1,25 y 2,25%. Esta nueva proyección -aseguran- ya estaba internalizada, pero termina de dibujar un escenario que, sin duda, es deficiente.
"Es un sinceramiento, incluso un alivio, porque cuando las autoridades se empecinan en no ver la realidad, no hay posibilidad de enmendar el rumbo", planteó de entrada Vivianne Blanlot, para iniciar el debate. "No es algo sorpresivo. El mundo privado lo tenía claro; lo bueno es que se haya dicho", la siguió Francisco Garcés, y agregó que por más asumido que lo tuvieran los empresarios, la luz amarilla que el Central encendió para el empleo -variable que ha mantenido su trayectoria positiva- "afecta a la gente más de la calle".
En esa misma línea, la abogada Nicole Nehme planteó que el hecho de vincular el nivel de crecimiento a lo que puede pasar con el empleo, indudablemente relaciona todos estos cambios de expectativas con las políticas públicas que se están discutiendo. A lo que Blanlot agregó que lo importante es que este cambio de escenario "hace reconocer y tratar de internalizar en las autoridades que las decisiones adecuadas pueden ser distintas a las que se pensaron con un crecimiento a 3%".
En otras palabras, con esta proyección, el Central zanja la discusión entre economistas, pues se trata de "un argumento de autoridad" -sintetizó Langlois-, que será utilizado por las esferas políticas y económicas para trazar sus líneas de lo que hay que hacer.
-A su juicio, ¿qué debe hacerse para revertir este escenario más negativo?
N. Nehme: "El sinceramiento del Banco Central obliga a evaluar políticas públicas orientadas a poner incentivos para reactivar la economía. Por ejemplo, la reactivación de las concesiones van en esa línea, es un reconocimiento tácito de que la velocidad de la economía por sí sola no está dando".
-¿Puede ser esta coyuntura económica una oportunidad para restablecer puentes, para que la voz empresarial sea más considerada?
N. Nehme: "Chile alcanzó un cierto nivel de desarrollo, llegamos a los 24 mil dólares per cápita , hizo las reformas para crecer, y fueron exitosas. Pero si uno miraba las encuestas, las personas estaban bien frustradas, sentían fragilidad de su situación, poco acceso a una educación de calidad, a la salud o pensiones insuficientes después de haber trabajado toda la vida. Eso hacía razonable evaluar reformas que permitieran dar un mínimo digno a cada persona, pero los procedimientos y el momento político en que esto nos encontró fue poco feliz, porque hubo poca racionalidad en los efectos de largo plazo y en buscar un balance que resolviendo los problemas no afectara el crecimiento. Hacer cuatro reformas a la vez fue demasiado voluntarista".
-El mundo privado ha insistido mucho en eso, sin éxito. ¿Por qué creen que han perdido influencia pública?
V. Blanlot: "Hay una percepción de que esa insatisfacción viene por cómo se organiza la actividad privada. En el imaginario aparece la empresa como los malos de la película. Y quienes están en cargos políticos no van a escuchar a quienes son percibidos como los malos de la película. Si miramos los...
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