Dipres establece que Salud no sabe cuántos médicos faltan y critica plan de especialistas
Dentro de las estrategias que la cartera dispone en el mismo documento para intentar resolver o aminorar la situación se destaca la formación de médicos especialistas, a quienes el Estado les financia sus estudios a cambio de que estos trabajen por un plazo determinado (equivalente a los años de estudio pagados por el fisco) en el sector público de Salud, y así ayuden a reducir el déficit que se traduce en las prolongadas esperas.
En esa línea, el jueves la propia Presidenta Bachelet encabezó el lanzamiento del programa de formación de especialistas, que incluye un verdadero "ofertón" por parte de Salud a las universidades: el Estado les pagará 30% más que actualmente por formar un médico especialista, siempre y cuando los planteles ofrezcan aumentar los cupos disponibles para formar. Según el encargado del programa, José Concha, ya ha recibido información de que universidades como las de Concepción, de Chile y de Valparaíso aumentarán considerablemente su oferta.
Esto permitiría llegar a cumplir el compromiso presidencial de formar mil especialistas al año. Con ello se evidencia que todos los actores involucrados (autoridades, médicos y pacientes) saben que en Chile faltan médicos especialistas. La pregunta es cuántos son los que se requieren, pero esto no podría ser respondido ni siquiera por el Ministerio de Salud, según una de las principales críticas que hace la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda (Dipres) al momento de evaluar el programa de formación de médicos especialistas entre 2010 y 2013.
El informe elaborado por la Dipres establece que si bien el programa genera una contribución al país al generar profesionales para el sector público, presenta "importantes problemas de gestión", y que "el Minsal no dispone de una metodología validada para dimensionar las brechas de especialistas y las características de ellas en términos de especialidades, lugares geográficos y nivel de atención" (ver recuadro).
También muestra que el programa tiene severas fallas de información, que se traducen en que Salud no sabe cuántos son sus médicos en formación o en etapa de "devolución" de sus becas en el sector público de Salud. Por ello, resta mérito a que el programa haya reducido en 40% la brecha que había calculado en 2011, calificándola como una "ficción de los datos", y establece, por ejemplo, que "la evaluación no permite concluir que el programa efectúe alguna contribución al cierre de la brecha de odontólogos", por ejemplo.
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