Los Diners Ícono de Nueva York - 11 de Junio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 682465505

Los Diners Ícono de Nueva York

El realmente extenso menú -más parece una novela que una carta de comidas- es tan variado y diverso como los clientes que llegan a desayunar a este diner que funciona desde 1977.

"Georgie, ¿me traes lo de siempre? Pero sin tocino", dice George James, el hombre del periódico, al mesero. "Lo de siempre", explica luego, es un desayuno conocido como Leñador: gruesas rebanadas de tostadas francesas con syrup y mantequilla; tres huevos revueltos o fritos; papas caseras, jamón, salchicha y tocino.

La escena completa es una versión culinaria del "Sueño Americano". George James debe tomar un bus para venir a este lugar, pero prefiere desayunar así. "El sabor de la comida es muy bueno; como el de antes. Los dueños son amistosos, y siempre está Georgie, que es mi mesero favorito", dice.

Luego de terminar con su Leñador, George James pide un muffin de maíz. Se lo llevará a su pareja, que vive a tres cuadras de este diner, quizá uno de los más característicos de este tipo de restaurantes.

El mito sobre estos sitios dice que todo comenzó con un carro empujado por caballos que se instalaba a vender comida barata frente a las oficinas de un periódico en Rhode Island. Con el tiempo, los llamados "Pullman dining cars" se estacionaron definitivamente, para transformarse en cafeterías que ofrecían servicio amigable, comida abundante y precios democráticos. Así, posiblemente ese mismo ambiente inclusivo, donde no era mal visto aterrizar a las tres de la madrugada para pedir huevos revueltos con tocino, hizo que el diner se posicionara como el restaurante estadounidense por excelencia. Y de paso, se convirtiera en un tema recurrente para el arte y la cultura pop de Nueva York. Así, los diners han inspirado desde Noctámbulos, la pintura de Edward Hopper que muestra una melancólica escena en un sitio del Greenwich Village en los años 40, hasta diálogos legendarios en escenas del cine y la televisión que transcurren entre hamburguesas y malteadas.

El "diner de Seinfield" es un clásico ejemplo del circuito neoyorkino que da fama a estos locales. El letrero luminoso azul con rosado de Tom's, en la esquina de Broadway con la calle 112, todavía se ve como lo mostraba la sitcom de los 90. Por eso es común ver a turistas replicar con sus cámaras el encuadre que se usó como fachada para las escenas de Seinfield en el ficticio "Monk's Café". Y aunque la comida de Tom's no es la atracción principal, sí vale la pena sentarse en la barra e ir por una omelette, escuchar las...

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