Dilma estaría dispuesta a renunciar para efectuar elecciones anticipadas en octubre
Según informó ayer O Globo, aprovechando los poderes de Jefa de Estado que aún posee -y que perderá el 11 de mayo si la mayoría simple del Senado vota a favor de abrir el impeachment -, Dilma va a proponer el viernes en cadena nacional una enmienda constitucional que posibilitaría establecer nuevos comicios. En la ocasión, la Mandataria manifestaría su disposición de dar un paso al lado, siempre y cuando el Vicepresidente, Michel Temer, haga lo mismo.
Pero la respuesta de Temer, quien asumirá el cargo de Presidente inmediatamente se abra el juicio político, es un no rotundo: "sería huir de la responsabilidad. Esa sí es una propuesta golpista", dijo a O Globo.
Para que la enmienda sea aprobada, tiene que contar con 3/5 de los votos en el Congreso; es decir: 308 votos en la Cámara Baja y 49 en el Senado. Un escenario prácticamente imposible para la Mandataria, teniendo en cuenta que solo 137 de los 513 diputados estuvieron a su favor durante la votación de la apertura del impeachment y que las proyecciones de los principales diarios brasileños indican que a lo más obtendría 21 de 81 votos contra ese mismo proceso en el Senado.
"Sabemos que no contamos con el apoyo necesario y que necesitaríamos un gran entendimiento entre el Ejecutivo y el Congreso", afirmó el senador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Paulo Paim.
La idea de realizar elecciones anticipadas es defendida por algunos senadores oficialistas y ministros de Dilma; entre ellos, el jefe de Gabinete, Jacques Wagner, y el secretario de Gobierno Ricardo Berzoini. Pero no hay unanimidad entre los jefes de cartera. Uno de ellos, según O Globo, alega que la renuncia sería negar el repetido discurso de la Presidenta de que el impeachment es un golpe.
A principios de abril, Rousseff admitió "respetar" una solución a crisis política que pase el voto popular. "Ni apruebo ni rechazo esa propuesta", señaló.
Una reciente encuesta de Ibope indicó que el 62% de los brasileños considera que la crisis política se resolvería con la renuncia de Rousseff y Temer y la convocatoria a nuevos comicios. A algunos sectores de la oposición también le agrada la idea, ya que así podrían lanzar candidatos presidenciales. Pero la propuesta enfrenta resistencias en los movimientos sociales, los pilares de apoyo de Rousseff.
"Dilma estaría pidiendo algo imposible: Temer no renunciará después de todo lo que está ocurriendo", comentó a "El Mercurio" Gustavo Segré, analista político de la Universidad...
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