El dilema de la donación cruzada - 23 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 647461437

El dilema de la donación cruzada

Estando soltera, la puntanerense Cristina Barría adoptó a Víctor Cianferoni cuando tenía ocho años. Víctor hoy tiene 23 y lleva sus mismos apellidos, pero al revés. En 2010, Víctor fue diagnosticado con hipertensión y un examen mostró que tenía un solo riñón, a punto de dejar de funcionar. El resultado fue lapidario: tenía una insuficiencia renal terminal. El doctor habló de la necesidad de un trasplante.

Cristina Barría se ofreció como "donante viva". Estaba dispuesta a cederle un riñón. Pero sus genes eran incompatibles. Entonces, el doctor les aconsejó trasladarse a Santiago para estar cerca de centros de trasplante, por si un donante fallecido le fuera compatible.

-Y aquí estamos, hace seis años, esperándolo -dice Cristina Barría.

Cuando su hijo entró a la diálisis, no solo empeoró su salud. La de ella también. A Cristina le diagnosticaron cáncer linfático, en 2012, al mismo momento que a la senadora Carolina Goic. Sus tratamientos en la Fundación Arturo López Pérez coincidieron y ellas se hicieron amigas.

Cristina Barría le contó a Carolina Goic su problema. No quería pasarse la vida viendo cómo su hijo se deterioraba a la espera de un donante fallecido. Le contó lo que le pasaba: que estaba dispuesta a donarle un riñón a su hijo, pero que era incompatible. Le dijo, también, que para eso en otros países había solución. Le llamaban "donación cruzada de órganos entre personas vivas no relacionadas", y permitiría que parejas de donante y receptor emparentados, pero incompatibles, intercambiaran un riñón con otra dupla no relacionada, en la misma situación.

Cristina Barría inspiró a la senadora. Hoy, Carolina Goic está detrás de un proyecto de ley que pretende permitir la "donación cruzada de órganos entre personas vivas no relacionadas" en Chile. De aprobarse, modificaría la ley 19.451 de trasplante de órganos, que acepta como donante vivo solo a quien sea pariente consanguíneo o por adopción hasta el cuarto grado y al cónyuge o conviviente del receptor. Esta exigencia rige, en Chile, desde 2010.

Hoy el proyecto está en discusión en el Congreso: tras ser votado en la Cámara de Diputados pasó, hace tres semanas, a su tercer trámite en el Senado.

-Es una alternativa real -dice Goic-. Y nos ayudará a generar una cultura de donante, que es un tema en el que tenemos que avanzar.

Ante su rápido avance legislativo, el Minsal ya está trabajando en una propuesta de reglamento basada en los artículos de la ley que se están modificando. Están creando un registro nacional de parejas donante-receptor que estará en manos del Instituto de Salud Pública. Será confidencial y en él se inscribirá quien necesite el órgano y su familiar o cónyuge, incompatible, dispuesto a donar. De encontrarse dos y hasta tres parejas compatibles, entonces se realizaría el trasplante de donación cruzado de órganos entre personas vivas no relacionadas.

-La "donación cruzada" es una opción de trasplante validada en el mundo, que promueve el voluntarismo y altruismo que rodea la donación. Pero hay que contextualizar que esto resolverá el problema a un grupo pequeño. No es, en ningún caso, la solución a la lista de espera. Implica tener más regulado el tema desde el punto de vista de la responsabilidad porque complejiza el proceso -dice José Luis Rojas, coordinador nacional de trasplantes del Minsal.

El proyecto de ley incorpora la figura del "donante altruista", implementada en otros países, donde personas sanas, bajo su voluntad, donan un riñón al sistema. En Estados Unidos esta figura ha originado cadenas de donación de una dupla a otra. En Chile, en cambio, ha suscitado debate por temor a que el donante altruista abra la puerta al tráfico de órganos.

Poner en riesgo

a una persona sana

Del total de trasplantes que se hacen en Chile, un 30 por ciento corresponde a un órgano que un paciente vivo donó a un receptor familiar o cónyuge. Es una cifra que ha aumentado en la última década. Antes era de un 18 por ciento.

Según los médicos, aunque leve, esta alza se debe a que la cifra de donantes fallecidos sigue baja. Y las familias se desesperan cuando ven a uno de sus miembros deteriorarse esperando. Es, entonces, cuando analizan la posibilidad de que entre ellos haya candidatos para ser donantes vivos.

-Pero esa cifra no debiera aumentar del 30 por ciento sino que mantenerse a raya. ¿Por qué? Porque (en la donación entre pacientes vivos) se lesiona y pone en riesgo a una persona sana -dice la presidenta de la Corporación del Trasplante, Anamaría Arriagada.

Cuando se habla de donante vivo, se habla, principalmente, de donante renal. En Chile, de los 1.800 pacientes que esperan un órgano, 1.600 esperan un riñón. De los 300 trasplantes renales anuales, el 30 por ciento -unos 90- corresponde a un donante vivo.

-En todo el mundo, el grueso de la lista de espera es de quienes están en diálisis renal. Estudios muestran que tanto en calidad de vida, productividad y costos, es mucho más rentable y deseable trasplantar a un paciente que mantenerlo en diálisis -agrega Arriagada.

Pero también se puede ser donante vivo donando un trozo de hígado por medio de la hepatectomía, una operación más común de adultos a niños: tiene muy buenos resultados, menos complicaciones y es menos riesgosa para el donante.

Los órganos de donantes vivos son mejores que los fallecidos, dicen los médicos. Son de una persona sana, se trasplantan a una hora programada, en condiciones planificadas y tienen mejor recuperabilidad.

-La responsabilidad más importante del equipo procurador y, en especial, del cirujano es generar la seguridad que permita al donante entrar y salir sano con un órgano o un pedazo menos -dice Mario Ferrario, jefe del programa de trasplante de Clínica Las Condes.

Mario Ferrario dice que en los dieciséis años que lleva trabajando en trasplantes, solo ha tenido buenas experiencias trasplantando con donantes vivos. Y ve como una buena alternativa para tener más disponibilidad de órganos, la donación cruzada entre pacientes renales.

-Antes de tomar la decisión de implementar esta ley debe haber una discusión seria y profunda para evitar conflictos que perjudiquen los trasplantes y evidentemente a los donantes y a los receptores que participan. En mi experiencia, hay más historias alegres que tristes. Además el trasplante con donantes cruzados no es una idea chilena sino que una experiencia internacional con resultados adecuados que vale la pena revisar.

El cirujano Mario Uribe, a cargo de un programa de...

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