'¿Quién dijo que la patagonia era intocable?'
Fernández navegó por años en dos de los mundos donde se manejan más egos: la política y la televisión. Y lo hizo con habilidad. Dice que no sabe en cuál de los dos hay más vanidad, pero que visiblemente es en la tele.
De su actual relación con la directora de teleseries María Eugenia Rencoret, no quiso hablar, aunque se excusó con buen humor. Sí habló de sus hijos, de su padre psicoanalista y, por cierto, del proyecto hidroeléctrico que lo tenía en medio de uno de los hechos noticiosos que estaban marcando el año.
También habló largo de su cercanía con Felipe Camiroaga. "Somos muy amigos", contó.
Al otro día, el viernes 2, a las 6 y media de la tarde, lo llamó un periodista contándole lo del avión.
Pasó todo el fin de semana en TVN.
"Desde que llegué al canal sintonizamos muy rápido con el tipo de tele que había que hacer, y con lo afectuoso que es Felipe, rápidamente nos hicimos amigos", recuerda ahora. "Y después empezamos a hacer actividades juntos, como el esquí en la nieve y acuático. Íbamos a la laguna de Chicureo o a mi casa en Rapel. Y bueno, los asados en su parcela, etc. Nos queríamos mucho".
-¿Él le pedía consejos sobre su vida profesional?
-Estando en TVN hablábamos mucho sobre los proyectos en que debía estar, su perfil. Cuando recibió la oferta de Univisión (yo me había ido del canal hacía varios meses) conversamos mucho. Esa oferta lo obligó a pensar qué quería hacer (y ser) en el futuro, no sólo profesionalmente, sino en un plano más personal.
-¿Cómo se imagina TVN sin Camiroaga?
-TVN es un gran canal, pero creo que va a costar sacarse la nostalgia por Felipe. Tampoco creo que Felipe hubiera estado permanentemente en la TV, tenía muchas otras inquietudes... Ojalá todos los homenajes y buenas palabras con Felipe hubieran sido antes, en vida. Ojalá muchos aprendan que hay que respetar a las personas y no denostar gratuitamente. Si de todo esto sale un mayor respeto en la TV, Felipe habrá ganado la batalla.
-¿Camiroaga fue denostado?
-Claro que fue denostado. En Chilevisión, permanentemente. Incluso hay juicios en curso.
"!ES UN TRABAJO¡"
Al borde de la ventana de su oficina tiene cuatro cascos. Uno de Ferronor, otro del Metro, otro del complejo portuario Mejillones y otro de Enap. Todavía no tiene uno de HidroAysén, el trabajo donde ha recibido más ataques en su carrera, una carrera exitosa que había llegado a su peak en TVN, donde se consolidó su fama de ejecutivo eficiente y frío. "Una vez se me acercó un ejecutivo (del canal) y me dice: 'Tal realizador cree que tú no lo quieres'. Y yo le digo: '¿cómo que no lo quiero?' 'Es que fue porque iba pasando y tú lo saludaste así no más'. Y le digo: '!Pero si yo no estoy para querer, estoy para hacer la pega¡'. Ahí me di cuenta de que el cariño es importante".
El padre de Daniel, Mauricio Fernández, es un destacado psicoanalista. Su madre es neuropediatra y una de las dos primeras médicos mujeres que se recibieron en Uruguay. Su hermana también es psicoanalista. "Pero en mi familia había una validación por la cosa profesional, más que la inteligencia", dice. "Claro que debe haber familias más emocionales".
-¿Usted se ha psicoanalizado?
-No; sí he ido a terapia.
-¿Ha tenido que trabajar el tema del afecto? Hoy, para ser líder, no basta con la eficiencia.
-Uno aprende. Tengo una predisposición a la rigurosidad, a la exigencia. Pero es difícil que alguien me diga que no quiere trabajar conmigo.
Le interesa el tema de los equipos de trabajo, y cómo armarlos. Tanto, que el verano de 2010 se encerró una semana a escribir algo que en el futuro puede ser un libro. Ahí hace algunas caracterizaciones de los tipos de ejecutivos: los "correa transportadora" o los "yes men".
-¿Y cómo es su perfil?
- Ahhh, súper completo (suelta una carcajada), me recomiendo. Pero si tengo que buscar una virtud, es que tengo el ego bastante controlado.
-¿Controlado?
-Sí, administrado. No necesito que me digan que lo hago bien. Hago mi pega y no necesito salir en la tele para que me ratifique...
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