Diferencias que matan: por qué el racismo no cede en EE.UU. - 28 de Diciembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 550507874

Diferencias que matan: por qué el racismo no cede en EE.UU.

Es que las muertes de los oficiales Rafael Ramos y Wenjian Liu a manos de Ismaaiyl Brinsley, inevitablemente se suman a los casos que se han vuelto emblemáticos: el de Eric Garner, quien murió producto de la llave de asfixia que le aplicó el policía Daniel Pantaleo, en Nueva York, y el de Michael Brown, quien murió producto de los disparos del oficial Darren Wilson en Ferguson (Missouri).

En ambos casos las víctimas fueron civiles negros. Episodios que tensionaron la relación entre policías y comunidades locales, y que desencadenaron masivas protestas en todo Estados Unidos cuando los respectivos jurados decidieron no procesar a los uniformados.

"Los Estados Unidos han cambiado mucho en los últimos sesenta años de historia en lo que concierne a la lucha contra la discriminación", dice Roland Roebuck, uno de los más activos promotores de la comunidad afroamericana en Washington. "Pero una cosa es desterrar el racismo de Estado, contra el que se avanza con legislación, y otra muy distinta es el racismo social. Ese es más difícil y ese persiste", asegura.

En este contexto, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, contó que junto con su mujer, negra, enseñaron muy bien a su hijo "cómo comportarse ante la policía para no terminar muerto" si lo detienen. Un "adiestramiento" que incluye no protestar, no reclamar, no moverse, no intentar tocar su teléfono ni hacer gesto alguno que pudiera llevar a generar la mínima duda de que lo que hay enfrente es "un negro peligroso".

La confesión de De Blasio fue criticada por la policía. Pero el alcalde no hizo más que poner en palabras lo que muchos saben en esta sociedad. Que si uno es negro, es mejor cuidarse.

Duras estadísticas

"Lo que se vive es una enorme desigualdad. Hay una marginación económica y social", asegura Roebuck. Las estadísticas le dan la razón y señalan la persistencia de una discriminación de la que no siempre se habla.

En estos días, especialmente, se habla de desigualdad en materia de seguridad. Se sacuden las planillas de entidades privadas y oficiales según las cuales los negros cumplen penas de prisión un 20 por ciento más largas que los blancos por el mismo crimen. No solo eso: son ellos los que ocupan con más persistencia las cárceles, según se desprende de una reciente encuesta del FBI según la cual del total de detenidos en el país más del 30 por ciento es de origen afroamericano, lo que representa el doble de su proporción demográfica, que es del 13,1 por ciento.

En la misma...

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