'Con protestas sociales es mucho más difícil realizar reformas que puedan relanzar el crecimiento en Brasil'
Brasil cambió su imagen de playas y "juego bonito" del fútbol, por protestas sociales que se extendieron rápidamente por varias ciudades. Como en el pasado se movilizaron los países árabes o los indignados de España, lo que partió como una queja puntual por el alza del transporte y los costos del Mundial, continuó en Brasil como un cuestionamiento al sistema político, la corrupción y la calidad de los servicios públicos.
El banco español BBVA tiene operaciones en Brasil y por eso es testigo presencial de lo que ocurre en esa nación sudamericana. Juan Ruiz, economista jefe del Grupo para América Latina, revisa el entorno y las consecuencias económicas de la crisis.
Este doctor en Economía de la Universidad de Boston, comienza por describir la coyuntura macro por la que transita Brasil justo ahora que surgen protestas. Dice que el modelo de crecimiento basado en el crédito y el consumo se ha agotado. Que la inflación ha subido a la parte alta del rango meta del Banco Central y ha acelerado el proceso de alza de la tasa de interés. Y que el nivel de precios ha puesto presión para que el gasto público (o la política fiscal) se deba ajustar para dar una mano extra al control de la inflación. En este panorama, se produce la ola de movimientos en distintas ciudades.
"Lo que veremos hacia delante es una política fiscal que debe contribuir para moderar la presión sobre la inflación. Entonces, el deterioro generalizado del entorno macro empieza a chocar -sobre todo esta necesidad del ajuste fiscal-, con las mayores demandas de servicios de calidad de una población que quiere continuar aumentando su estándar de vida", asegura.
-No siempre cuando hay ajustes económicos se producen explosiones sociales. ¿Por qué en esta oportunidad se produce esta coincidencia entre un ciclo a la baja y un movimiento social tan potente?
"La experiencia de otros países muestra que predecir cuándo se producen los estallidos es muy difícil. Lo vimos con la Primavera Árabe, lo hemos visto con el caso de Turquía. Puede haber un caldo de cultivo por detrás y no manifestarse en un estallido, y en otros casos muy similares, sí expresarse. En esta ocasión, Brasil viene de un período de muchos años en que el estándar de vida de la población ha venido aumentando, pero quizá a través de políticas expansivas que no eran sostenibles en el largo plazo. En el período bueno no se acometieron reformas por el lado de la oferta (productivo). Lo que el gobierno ha perdido son los buenos...
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