Diario de una vida (casi) ideal
Pero no es usual que el cielo esté claro y luminoso. Esto no cambia la percepción que tienen Liv Mossige o Hege Andreassen sobre su ciudad.
No sólo por su entorno natural y por la seguridad con que viven -el doble atentado de julio pasado, en Oslo y en la isla de Utoeya, vendría a ser la excepción que confirma la regla- es que Liv Mossige y Hege Andreassen agradecen la suerte que tienen. Este reino nórdico fue declarado "el mejor país para ser madre" en 2010, según el 11º informe "El estado de las mujeres en el mundo", de la Fundación Save The Children, realizado en 164 países. Un estudio en el que los noruegos sacaron buena nota en casi todas las variables: desde la duración y cobertura monetaria del posnatal -que puede durar hasta 56 semanas (14 meses)-, hasta la esperanza de vida femenina, que llega a los 83 años, pasando por el alto nivel educativo de la mujer (hay más mujeres que hombres en la universidad), la baja mortalidad infantil y la elevada tasa de fecundidad, la mayor de Europa. Como dice Liv Mossige: "Estamos viviendo un verdadero baby boom, se ve todos los días en las calles".
Liv Mossige y Hege Andreassen están hoy en distintas situaciones de vida, pero ambas viviendo en pleno la maternidad. Liv tiene dos niñas, una de tres años y otra de cinco meses, por lo que se encuentra en pleno posnatal.
Hege también tiene dos hijas, está recién embarazada de su tercer hijo, quien nacerá en mayo del próximo año y todavía está a full trabajando como dentista, aunque "me muera de sueño y agotamiento por las tardes", dice.
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Liv Mossige:
Un posnatal noruego en vivo y en directo
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"Mi nombre es Liv Mossige, tengo 33 años y soy madre de dos niñitas adorables: Ebba, de tres años y medio, y Helle, de cinco meses. Mi marido se llama Tollef, y es editor de opinión y columnista del diario Klassekampen. Yo soy profesora de gramática en un colegio, ubicado muy cerca del departamento donde vivimos. Trabajo desde las nueve de la mañana a las tres de la tarde, con media hora para almorzar. No tenemos auto, así que me voy con algunas amigas y, cuando queremos salir a alguna parte, se lo pedimos a mi suegra. Yo soy contraria a los autos, porque son caros, hay demasiado taco y prefiero ir al centro en bicicleta. Además, el sistema de transporte público es barato, puntual y mucho más seguro que manejar.
En este momento, no estoy trabajando, porque estoy en mi período de posnatal desde hace cinco meses, desde el día en que nació mi hija, y voy a continuar en casa hasta la Navidad. Después de ese tiempo volveré a trabajar y Tollef se va a quedar en casa durante ocho meses más, hasta que Helle comience a asistir al kindergarten junto con su hermana mayor. En este tiempo de posnatal hemos aprovechado mucho nuestra cabaña en las montañas a la que vamos en invierno y verano: somos muy buenos para esquiar.
En Noruega tenemos un permiso parental totalmente cubierto por el trabajo de cada uno durante 10 a 12 meses. Y padre y madre lo pueden utilizar como más les convenga o como quieran, dependiendo de las necesidades de cada familia. En nuestro caso, obtuvimos un permiso de un año y tres meses. Pero cuando termine nuestro período oficial de posnatal, los tres meses adicionales en que Tollef se va a quedar con nuestra hija vamos a utilizar un sistema de apoyo financiero a las familias, que consiste en una ayuda del Estado de 3.000 coronas (poco más de 500 dólares) por cada...
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