El día en que el Sol se oscureció en el Pacífico
Pese a que las nubes amenazaron el espectáculo, finalmente dejaron ver el eclipse convirtiendo el momento en una fiesta para los aficionados. La sombra cubrió 150 kilómetros y duró poco más de dos minutos.
En Chile, el fenómeno se vio parcialmente. "Esta vez nos tocó verlo en la galería, mientras que los australianos estaban en la platea, ya que pescamos la colita del eclipse", aseguró el astrónomo José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas y académico de la U. de Chile.
Explicó que en Chile se vio como si al Sol le hubiesen sacado un pedazo, "como el logo de Apple, por lo que fue algo más fome".
Según Basilio Solís, astrónomo del Planetario USACh, el mejor lugar para apreciarlo fue en el archipiélago de Juan Fernández, donde se podía ver el 90% del eclipse.
Prueba de ello es que en la tarde de ayer quedaba muy poca gente en el pueblo de Juan Bautista, donde se concentran las actividades de Juan Fernández. Unas 120 personas se habían embarcado horas antes hacia Punta de Isla (en el sector del aeródromo, distante a 16 kilómetros), donde se instaló un campamento para observar el oscurecimiento del Sol.
Una cifra similar había optado por caminar hasta el Mirador de Selkirk, a dos km de Juan Bautista y ubicado en altura.
A los que fueron a Punta de Isla se les unió una treintena de "caza-eclipses" -aficionados a la astronomía que viajan a los distintos lugares del mundo donde éstos ocurrirán-, entre ellos ecuatorianos, estadounidenses, ingleses, suecos y alemanes, según la encargada municipal de las actividades ligadas al eclipse, Alejandra Martínez.
En el continente, en cambio, apenas se observó el 20% del fenómeno. "El eclipse ocurrió entre las 19:30 y las 19:50 horas, cuando el Sol estaba en la línea del horizonte, lo que le hizo perder espectacularidad", aclaró Solís. El astrónomo señaló que más al sur, por ejemplo en Punta Arenas, las condiciones eran mejores, ya que oscurece más tarde.
Los eclipses totales suelen suceder cada dos años. Cuando esto ocurre, ciertas zonas de la Tierra quedan en penumbras y ocurren fenómenos curiosos: los pájaros cantan como si estuviera amaneciendo, se ven estrellas en pleno día y, en el punto cúlmine del fenómeno, se produce el llamado "efecto diamante", donde hay una "especie de resplandor concentrado en un pequeño punto, ya que la Luna no es un círculo perfecto, sino que tiene su propia geografía y montañas, y en algún punto de esa forma irregular se filtra potentemente la luz del sol", sostuvo Maza.
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