'Estar ese día y saber lo que estaba pasando no es cooperar con la ejecución de los delitos'
A nombre del magistrado, los detectives le propusieron que fuera al cuartel voluntariamente, y así lo hizo. Cheyre había terminado su última actividad pública de ese día, tras participar en el comité asesor de la demanda marítima boliviana de La Haya en la cancillería.
Fue él quien le informó a su abogado Jorge Bofill de la orden de arresto y la resolución del juez. Horas más tarde, cuando ya se encontraba detenido en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, Cheyre renunció a la dirección del Centro de Estudios Internacionales de la U. Católica. También puso a disposición su cargo en el Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), pero dos de los tres consejeros lo respaldaron, y le pidieron reconsiderar su decisión: Patricio Santamaría y José Miguel Bulnes. Un tercero, Alfredo Joignant, no la aceptó, por una razón práctica: si se marginaba, no podrían sesionar por falta de quórum.
Esa misma tarde tenían una sesión extraordinaria para terminar de definir el padrón provisorio para la elección municipal del próximo 23 de octubre, la que se realizó con Cheyre al teléfono. "En los directorios de las compañías se pueden también tener sesiones telefónicas", ejemplificó su defensa.
"Él y yo estamos sorprendidos. Una cosa es que se haya sabido que el ministro iba a dictar unos procesamientos, y otra cosa distinta es el contenido de la resolución. Conocíamos la petición de encubrimiento del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, y presentamos un escrito para rebatir eso. Pero para ser sincero, la calificación como cómplice fue una sorpresa", comentó Bofill.
-¿Por qué les sorprendió?
-Primero, porque la resolución no contiene ningún hecho atribuido a Juan Emilio Cheyre en el que uno pueda entender dónde está su complicidad; por así decirlo, hay que salir a buscarla. Luego hay una declaración en la resolución que dice que tanto el comandante del regimiento (Ariosto Lapostol) como su ayudante (Cheyre), así como el resto de los oficiales, sabían lo que ocurría ese día en el regimiento.
El ministro ha dicho (en declaraciones públicas) que la esencia del procesamiento estaba en el conocimiento que tuvo de lo que ocurrió ahí -o sea, los asesinatos-, pero esa conducta o situación (haber estado ahí) no constituye complicidad, porque -de acuerdo a la ley- para ser cómplice se tiene que colaborar de alguna manera en la ejecución de la conducta. Estar ese día ahí y saber lo que estaba pasando no es cooperar con la ejecución de los...
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