Después del terremoto - 23 de Mayo de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 277274071

Después del terremoto

Los brazos de los robots otra vez están zumbando. La fábrica de motores de Nissan en Iwaki, que fue afectada por el terremoto que azotó a Japón en marzo, retomó su plena operación el 17 de mayo. Carlos Ghosn, el franco-brasileño que dirige la firma, reunió a los empleados en medio de una contagiosa alegría.

Pese a los heroicos esfuerzos para reparar y construir, la industria automotriz de Japón aún está paralizada. Y eso podría tener consecuencias globales.

El desastre apenas dañó las fábricas pertenecientes a los grandes fabricantes nipones (la planta de Nissan en Iwaki fue una excepción), pero arrasó a los proveedores de partes cruciales y de materia prima ubicados en el noreste del país.

Toyota enfrenta la escasez de 30 componentes. Eso es mucho mejor respecto de los 500 que escaseaban poco después del megasismo, pero basta que falte una sola parte para detener una línea de ensamblaje.

Los trabajos de reparación continúan a todo ritmo. Las plantas que fueron detenidas, ahora están produciendo a la mitad de su capacidad normal. Nissan espera retornar a la normalidad a comienzos del otoño, mientras que Toyota y Honda esperan hacerlo un poco después.

Toyota podría ser superada este año por la estadounidense General Motors (GM) como el mayor fabricante de autos por volumen (habiendo perdido su corona en 2008). La alemana Volkswagen también está cerca de alcanzarla. Nissan estaba avanzando rápidamente antes del terremoto, pero Ghosn ahora admite que podría perder participación de mercado este año.

Los fabricantes surcoreanos y estadounidenses se están beneficiando de los problemas de sus rivales japoneses. Las ventas de Hyundai y Kia en Estados Unidos subieron el mes pasado hasta 40% y 57%, respectivamente, comparado con un año antes.

Los tres grandes fabricantes de Detroit ganaron 3,2 puntos porcentuales de participación de mercado, comparado con el mes anterior, al ofrecer una línea de pequeños vehículos "verdes" como el Ford Focus y el Chevrolet Volt. Los fabricantes nipones ubicados entre ellos, perdieron enormes 4,5 puntos de mercado.

Para las firmas japonesas, el terremoto no podría haber golpeado en un peor momento. Su clientela doméstica ha caído, y estaban tratando de conquistar algo más de mercado en Europa. A medida que el precio del petróleo se dispara, los autos japoneses, eficientes en combustible, podrían rondar muy de cerca a sus antiguos rivales, pero los conductores no quieren comprar lo que las firmas no producen.

La...

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