El despertar cool de Leipzig - 22 de Noviembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 852130321

El despertar cool de Leipzig

" Deberías venir a Leipzig: acá serías la reina del condado porque todo es Elster", había dicho Mauricio Jiménez, amigo chileno que lleva algún tiempo en esta ciudad. A lo que se refería es a que en Leipzig el río se llama Elster, y ese nombre se repite en parques, centros comerciales, oficinas, farmacias, panaderías, restaurantes, clubes y hasta en cervezas. Quizá se deba a las urracas, porque eso es lo que significa elster en alemán. Como sea, los viajes pueden partir con grandes razones o simples excusas, y esta era una buena: Elster es también mi apellido, así que compré un pasaje y partí.No hubo urracas al llegar, pero sí un edificio impresionante: la estación central o Hauptbanhof, la segunda terminal más grande de Europa, alucina con su imponente infraestructura, que contrastaba con el tipo encapuchado, chaqueta de puntas metálicas, bototos y piercings , que vi de camino al tranvía.Lo que sabía de Leipzig tiene que ver con ese contrapunto: esta ciudad es una gran mezcla, donde se pueden ver punkies y anarquistas, pero también nazis. Una especie de máquina del tiempo donde juegan lo antiguo y lo moderno, las izquierdas y las derechas, el olvido y el progreso, los jóvenes y los viejos, los rebeldes y los tradicionales, los nudistas en la playa y los empresarios de corbata. Y a pesar de ser una especie de "hermana pequeña" de Berlín, a solo 170 kilómetros, y de tener algo más de medio millón de habitantes, ha sabido hacerse notar. Una muestra fueron sus manifestaciones pacíficas llamadas "Demostraciones de los lunes", que se realizaban en las afueras de la iglesia Nikolaikirche y que un 9 de octubre de 1989 congregaron a más de 70.000 personas, en un gesto precursor de la caída del Muro berlinés un mes después.Un hito más en una ciudad que suma mil años de historia, o más, donde vivió y está enterrado Johann Sebastian Bach, que fue la cuna de Richard Wagner y donde nació uno de los coros más antiguos del mundo, el de Santo Tomás, la iglesia donde alguna vez predicó Martín Lutero.Nombres clásicos que se pueden sumar a los que aporta la Universidad de Leipzig, que se lleva los premios: Nietzsche, Goethe y hasta la propia Canciller Angela Merkel pasaron por esta institución, creada en el siglo XV, la segunda más antigua de Alemania y uno de los edificios severamente bombardeados durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy sigue en Augustusplatz, pero ahora es una colosal construcción de vidrio azul con forma de iglesia, tributo a la que alguna...

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