La desesperanza y el miedo están llevando al exilio a miles de venezolanos
En su bolso lleva su bandera tricolor, la misma con la que se retrata ante la obra del artista plástico Carlos Cruz-Diez en el aeropuerto caraqueño de Maiquetía, un ritual obligado para los que se van. Venezuela vive una ola de protestas y de represión en medio de la mayor crisis social y económica de su historia, que ha provocado la estampida de sus ciudadanos, un pueblo que hasta la irrupción de la revolución jamás había emigrado.
Más de dos millones y medio de venezolanos han emigrado de su país desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, según el Laboratorio Internacional de Migraciones. La tendencia creciente de los últimos años se ha transformado en una fuga vertiginosa en los últimos meses.
Datanálisis confirma algo que el venezolano siente a su alrededor y en sí mismo: 9 de cada 10 ciudadanos prefieren irse del país. Como Luis Bermúdez (29), que está a punto de hacerlo. El estudiante de Economía apura sus últimos días en Caracas antes de salir para las Islas Canarias, en España. Cuando comienza a explicar los porqués, el listado es demasiado largo: "La poca oferta laboral, la hiperinflación que vivimos, el salario no alcanza para independizarse, la inseguridad, que he sufrido en varias ocasiones...".
Christian Norgaard (23) estudia Derecho, mientras le da vueltas a su viaje de regreso a las tierras danesas de su familia. Pero este joven, antes de irse, ha decidido luchar. Todavía le duele el impacto de una bomba lacrimógena contra su espalda, pero ahora (minutos antes de la marcha del pasado miércoles, cuya represión costó la vida de un menor de edad y casi 400 heridos) se protege con una pancarta: "Mi Constitución se respeta".
El joven porta un guante para devolver las bombas lacrimógenas, pero se lo quita para enseñar su celular. "En mi grupo de amigos de WhatsApp somos 20, mira. Pero ya solo quedamos tres en Caracas, y los tres planeando nuestra huida", asegura. "El gobierno está decidido a que esto nunca cambie", sentencia antes de volver a la batalla.
Los sociólogos denominan a esta última la ola de la desesperanza, que se ha desparramado por todo el continente. En Colombia, los investigadores se atreven a elevar el número de emigrantes hasta 800.000, lo que ha provocado tensiones en algunas zonas del Atlántico, además de en las maltratadas fronteras con Cúcuta y Maicao. En Panamá, uno de los primeros destinos de la huida, el año pasado se convocó una manifestación contra los venezolanos, que fracasó estrepitosamente.
En...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba