El desconocido mundo bahá'í en Chile
Se trata de los seguidores de la fe bahá'í, el grupo religioso que desde noviembre de 2010 construye en los faldeos de un cerro de Peñalolén el último de los templos que -a fines del siglo XIX- les ordenó levantar el profeta Bahá'u'lláh: una vistosa construcción con capacidad para 600 personas sentadas, de 1.200 metros cuadrados y de 30 metros de alto, que desde lejos parece un tulipán gigante.
Tal como los siete templos bahá'ís que hay repartidos en el mundo -en ciudades como Kampala, Uganda; Sydney, Australia; y Fráncfort, Alemania-, la estructura tiene nueve lados y nueve puertas. Con una cúpula central, todo el interior estará revestido con mármol traslúcido y por fuera con vidrio fundido. Será el primer templo bahá'í de Sudamérica, donde se encontrarán personas de todas las religiones y habrá libros sagrados de los principales cultos, como la Biblia y la Torá.
Porque para los bahá'ís todas las religiones son parte de un mismo Dios. En eso creen.
Mensajeros de Dios
Antes de ser el primer director del templo, Eduardo Rioseco era profesor de música en un colegio. A veces también tocaba en pubs, aunque hace un tiempo ya que había dejado eso, porque era muy agotador, dice. Probablemente su cargo actual será más cansador, a pesar de que el trabajo solo debería durar un año: en la fe bahá'í los roles administrativos locales se eligen por ese periodo por votación democrática de todos los miembros de comunidad local, que en Chile suman 6 mil, según sus propios datos.
-Esperamos que este lugar se transforme en un centro donde la gente pueda venir, no importa la religión que tenga. Queremos que aquí puedan orar, meditar, reflexionar -dice Eduardo, mientras camina por unas laderas llenas de tierra y maquinaria donde están trabajando en la construcción del templo, que debería estar terminado a fines de este año.
Eduardo tiene 33 años y practica la fe desde los 16. La conoció cuando vivía en Curicó, gracias a una compañera de la Alianza Francesa, el colegio donde estudió toda su vida.
-Mi familia era católica, pero no muy religiosa. Entonces le empecé a preguntar a ella por su religión, por las cosas que decía y me explicó, me pasó libros. Fue un proceso de un año.
El director del templo cuenta que su mamá no se opuso a la idea de que participara de la religión, no le parecía perjudicial. Pero cuando ella vio que el interés de su hijo iba en serio, fue más complicado.
-Su preocupación fue que no me estuviera metiendo en cosas muy extrañas, porque en esa época (fines de los 90) existía toda una paranoia respecto a las sectas, que mataban perros, que esto, que lo otro. Pero luego se dio cuenta de que no era así, y hasta hoy tenemos una relación de mucho respeto.
La fe bahá'í es monoteísta y la más reciente de las religiones independientes del mundo: se originó en 1844 en el Medio Oriente y hoy cuenta con más de 5 millones de seguidores en todo el mundo, quienes siguen las enseñanzas de Bahá'u'lláh, su profeta y fundador, quien...
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