Las desconocidas anécdotas del obsesivo Sampaoli que llenó de gloria a la U - 19 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 655794649

Las desconocidas anécdotas del obsesivo Sampaoli que llenó de gloria a la U

El pasado jueves se lanzó el libro "2011. La historia de un equipo rebelde". En poco más de 200 páginas, el periodista Cristopher Antúnez repasa el año más glorioso de Universidad de Chile. Desde el adiós de Gerardo Pelusso a fines de 2010 hasta la inédita conquista de la Copa Sudamericana.

En la obra, cómo no, Jorge Sampaoli tiene un rol preponderante. El ex DT de la Roja y ahora en Sevilla protagoniza varias anécdotas que reflejan aspectos de su personalidad. A continuación, un extracto de la publicación.

El viaje del gerente

Cristián Aubert, gerente de Azul Azul, arremetió de entrada en Guayaquil: "Jorge, como le anticipé por teléfono, su colega Gerardo Pelusso nos ha comunicado que no seguirá en el club. Usted es el candidato número uno de nuestra institución". Los ojos de Sampaoli brillaron.

Por un lapso de aproximadamente tres horas, el entrenador argentino hizo una exposición sobre la U que dejó impresionado al ejecutivo. Conocía a los jugadores, sabía sus virtudes y defectos, tenía claro qué necesitaba ese equipo para ser competitivo. Y no tan solo eso, sino que además tenía el mismo nivel de conocimiento de los rivales directos: Colo Colo, Universidad Católica y Cobreloa. Luego de la extenuante cátedra de Sampaoli, Aubert, satisfecho, los invitó a tomar un poco de aire.

-Ha sido una jornada espléndida de trabajo y estoy muy conforme, pero somos seres humamos y al menos yo necesito comer. ¿Les parece que vayamos a un restaurante a cenar?

La respuesta de Sampaoli no dejó de sorprenderlo.

-No te preocupes, Cristián. Llamaré para que nos traigan pizza, así seguimos trabajando.

Fue en ese momento que Sampaoli le recordó al directivo su promesa. "Bueno, Cristián, con Emelec gané la Primera Etapa y ahora peleo la Segunda. Te dije en su momento que ganaría algo acá". Terminada la pizza, vino un apretón de manos. La pega de Aubert estaba hecha.

Sampaoli muestra los dientes

Gustavo Canales debía presentarse a entrenar el 4 de enero. Pero el día anterior llamó a Sabino Aguad y al doctor Alejandro Orizola para comentarles que estaba muy resfriado. Le dieron permiso para faltar.

Cuando Sampaoli preguntó por la ausencia de Canales, Aguad le comentó lo ocurrido en la víspera. La cara del técnico experimentó un cambio dramático. "A ver, ¿usted es médico? Y nuestro doctor, ¿cómo hizo un diagnóstico sin verlo? Le quiero aclarar una cosa, el entrenador soy yo. Y soy yo el que determinará en el futuro qué jugador se puede ausentar o no. Por favor, no tengamos nunca más esta discusión", le advirtió Sampaoli. Acto seguido...

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