El desafío de levantar... - 16 de Enero de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 881598765

El desafío de levantar...

Germán del Sol: "El espacio común sirve para dar lugar a todo lo público en plenitud"Pienso que tal vez, el espacio público no es necesariamente el lugar donde los habitantes de una ciudad ejercen su igualdad, sino quizá, aquel donde ejercitan sus enormes diferencias. Ordenadamente cuando hay orden, y caóticamente si reina el caos. El caos como el principio de todo orden.Una plaza es el lugar común de todos, y debe reflejar lo mejor de una sociedad. Por eso, quizá las plazas más útiles para una ciudad son amplias y están vacías de cosas. Así dan buen lugar para que la gente las llene con manifestaciones y rituales. Un día es mercado o feria, unos compran y otros venden. Otro día es de celebración, las miserias se olvidan, todos están felices. Otro día todos protestan, y se acabó la fiesta.El espacio común sirve para dar lugar a todo lo público en plenitud. Ninguna autoridad debería intentar corregirlo. Excepto, por supuesto, limitar el vandalismo, que no es expresión de diversidad, sino de primitivo salvajismo.El espacio público actual no está solo conformado por lugares físicos visibles y potencialmente ordenables por autoridades y planes de tolerancia cero, como son las calles, parques y plazas, sino y sobre todo, un inmenso espacio virtual común en red, donde las personas se comunican entre sí sin pasar por ningún centro con poder de controlarlo. Y se ponen de acuerdo para actuar en el espacio público físico más rápida y efectivamente que la autoridad que quiere reprimirlos.Pienso que la ciudad es fruto de la cultura de sus habitantes y no al revés. De su urbanidad. La cultura que promovería la muy deseable igualdad entre la gente, no se desarrolla mediante una nueva planificación de la ciudad. Porque no hay un urbanismo que sea más justo e igualitario que otros, sino culturas de gentes que son más justas e igualitarias que otras, y que adonde van transforman los barrios y ciudades que habitan para que sean más justos e igualitarios. Porque entienden que la buena vecindad les conviene. Que no se puede vivir bien en un vecindario donde algunos son mucho más pobres de recursos materiales o espirituales que otros.Premio Nacional de Arquitectura 2006.Iván Poduje: "No vandalices mi patio trasero"¿Camila Vallejo hubiera considerado legítimo que rayaran el muro de su pieza como ocurrió en La Moneda chica? Apostaría a que no y que hubiera reparado el daño lo antes posible para no toparse con ese garabato todos los días. Lo mismo aplica para la élite cultural que idealizó la destrucción de nuestras ciudades en el estallido. Me cuesta verlos actuando igual si sus talleres o escritorios hubieran recibido los piedrazos. De hecho, Francisco Brugnoli, que solía reclamar por los grafitis en el MAC cuando era su director, afirmó que la ruina pintarrajeada y orinada en que terminó la escultura a Baquedano debía considerarse como una acción cultural. Como "otro monumento" que había que analizar.¿Qué explica este doble estándar? En algunos casos es miedo a la funa, como ocurrió con tantos que callaron la destrucción de nuestro patrimonio durante el estallido. Otros sienten afinidad ideológica con los vándalos y piensan que sus acciones son un costo menor, al lado del nuevo Chile que surgirá del fuego. Pero igual que Vallejo, creo que su reacción sería muy distinta si hubieran quemado sus patios y nos los parques San Borja o Bustamante. En el fondo, esta mirada romántica del vandalismo tiene bastante de...

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