Derrota del kirchnerismo - 27 de Octubre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 585613714

Derrota del kirchnerismo

Un vuelco espectacular dio el panorama político argentino el domingo, cuando los demorados resultados de la elección presidencial mostraron que habría segunda vuelta y que el candidato de la alianza opositora Cambiemos, Mauricio Macri, conseguía una diferencia mucho menor de la que vaticinaron las encuestas con el oficialista Daniel Scioli.

Parece el fin de la era cristinista, caracterizada por el autoritarismo, la corrupción, el derroche de recursos, la manipulación de las cifras y una voluntad explícita de controlar a la prensa con su polémica ley de medios. La intervención de la Presidenta en el proceso electoral, desde la imposición del compañero de fórmula de Scioli, hasta el nombramiento de los candidatos a gobernadores y legisladores, pasando por el hostigamiento a la prensa independiente y el abuso de los medios estatales, fue contraproducente, y no son pocos los que la culpan a ella de la feroz caída del apoyo popular.

Si Macri logra imponerse el 22 de noviembre, será también la demostración de que el "modelo económico kirchnerista" llega a su fin, porque los argentinos, al otorgarle a Scioli solo el 36,5 por ciento, dieron la espalda a las políticas populistas, basadas en dádivas y subsidios, en la ruptura con los organismos internacionales y el desprecio por el manejo ordenado de las finanzas.

El gran optimismo reinante en la oposición se basa en la alta probabilidad de que una mayoría de los electores que prefirieron al peronista disidente Sergio Massa se inclinen en el balotaje por la opción de Macri.

Será responsabilidad de Macri captar el voto de ese sector y de los indecisos, aun cuando ya ha demostrado flexibilidad y apertura en sus planteamientos, de cara a acoger "con humildad y sin soberbia" las ideas de los otros. Lo que no está dispuesto a transar -y está en lo correcto- es el cambio de las bases mismas de la economía kirchnerista, terminar con el "cepo cambiario", modificar las retenciones agrícolas y el impuesto a las ganancias, que no es sino un tributo que pagan los asalariados. Todo lo anterior, junto con dar el impulso necesario para que Argentina retome el camino del crecimiento, después de una década desperdiciada de excelentes precios de los commodities...

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